Europa se asfixia de calor mientras continúa el deshielo del Ártico
El
pasado mes fue uno de los tres julios más cálidos del mundo desde que hay
registros (1991-2020) y el sexto más cálido en Europa, con temperaturas récord
locales y nacionales en el oeste y norte del continente durante la ola de
calor, informa el servicio europeo de observación Copernicus. Además, la
reducción de la extensión de hielo marino tanto en la Antártida como en el
Ártico continúan con registros de 7 y 4 por ciento menos, respectivamente.
Según
un comunicado del Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S),
implementado por el Centro Europeo de Predicción Meteorológica a Medio Plazo
(CEPMPM), en nombre de la Comisión Europea y con financiación de la Unión
Europea, el pasado mes de julio fue uno de los tres más cálidos registrados,
con cerca de 0.4 ºC por encima del periodo de referencia que abarca de 1991 a
2020, solo superado por el del mismo mes de 2019 y 2016.
Se
batieron récords de temperaturas máximas para un mes de julio y de todos los
tiempos en relación a este valor.
En
la península Ibérica se registró un número inusualmente elevado de días con
temperaturas máximas superiores a los 35 ºC.
En
las masas terrestres del hemisferio norte, precisa el C3S, predominaron las
temperaturas muy por encima de la media, lo que lo convirtió en Europa en el
sexto mes de julio más cálido, con registros récord durante la ola de calor
tanto a nivel local como nacional en el oeste y norte del continente.
Además,
en Europa el mes de julio pasado fue el más seco que la media, con récord de
bajas precipitaciones en el oeste continental y sequías en varias regiones del
suroeste y sureste.
Se
han registrado olas de calor en Portugal, España y más hacia el norte, en
Francia, el Reino Unido, Europa central y Escandinavia, con temperaturas
superiores a los 40 grados en algunas zonas. Estas condiciones meteorológicas
están afectando localmente tanto a la economía como a la propagación e
intensificación de incendios forestales.
Las
condiciones de sequía y las escasas precipitaciones también se registraron
durante el pasado mes en gran parte de América del Norte y amplias zonas del
América del Sur, Asia Central y Australia.
No
obstante, a lo largo del océano Índico occidental —desde el Cuerno de África
hasta el sur de la India—, en gran parte de Asia central y en la mayor parte de
Australia, se registraron temperaturas por debajo de la media.
Deshielos
En
la Antártida la extensión de hielo marino alcanzó el valor más bajo para un mes
de julio en los últimos 44 años de registros satelitales, con registros 7 por
ciento por debajo de la media, y muy por debajo del récord anterior.
Mientras,
en el océano Austral se observaron amplias zonas de concentración de hielo
marino por debajo de la media desde los mares de Amundsen y Bellingshausen
hasta el norte del mar de Weddell, así como en la mayor parte del sector del
Índico.
En
el Ártico, conforme al registro satelital, la extensión del hielo marino fue 4
por ciento inferior a la media, ocupando el décimo segundo lugar más bajo para
julio, muy por encima de los descensos registrados de julio de 2019 a 2021,
según el servicio de observación Copernicus.
En
el este de Rusia y el norte de China hubo más humedad que la media, así como en
una gran franja húmeda desde el este de África a través de Asia hasta el
noroeste de la India.
La
científica principal del Servicio de Cambio Climático de Copernicus, Freja
Vamborg, ha advertido sobre el aumento de periodos más largos y prolongados de
sequías, olas de calor y temperaturas altas y acerca de los perjuicios para la
salud de las personas y los ecosistemas naturales y los riesgos de propagación
de incendios.
Vamborg
ha señalado que la falta de precipitaciones observadas en julio “puede tener
efectos adversos en agricultura, la industria, el transporte fluvial y la
producción de energía”.
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