Hormigas amputan las patas de sus compañeras... por su bien
Un equipo de científicos documenta por primera vez un comportamiento que hasta la fecha solo había sido visto en humanos. Descubrieron que los individuos amputados tenían un 90% más de probabilidades de sobrevivir a una infección.
Tal como detalla National Geographic, la complejidad y el buen funcionamiento de la
estructura social de las hormigas llevó al entomólogo Edward. O. Wilson a
afirmar en su día que "el socialismo existe, solo que se equivocó de
especie".
Por ejemplo, se sabe que estos insectos aúnan
esfuerzos para construir complejos túneles subterráneos con sistemas de
ventilación, o que incluso se unen unas con otras para formar con sus cuerpos
un puente para salvar un obstáculo.
Ahora, además, se sabe que las hormigas carpinteras,
pertenecientes al género Camponotus, son capaces de practicar cirugías de
urgencia a sus congéneres para salvarles la vida, igual que haría un soldado a
un compañero malherido en el campo de batalla.
A principios de 2020, Dany Buffat, estudiante de
posgrado de la Universidad de Wurzburgo, estaba observando una colonia de
hormigas carpinteras en su laboratorio de Florida cuando descubrió algo muy
extraño: "una hormiga parecía estar mordiendo la pata de otra",
explicó este biólogo de la Universidad de Lausana. Su colega no lo creyó, así
que decidieron recolectar algunos ejemplares para estudiar aquel extraño
comportamiento.
Como su propio nombre indica, las hormigas
carpinteras son mundialmente conocidas por su capacidad para anidar en la
madera muerta o en descomposición. A diferencia de las termitas, no se
alimentan de la madera, sino que la utilizan únicamente para construir sus
nidos. En este sentido, pueden identificarse fácilmente por el serrín que dejan
atrás después de construir sus nidos.
Las hormigas obreras son las encargadas de abrirse
paso en ese enmarañado sistema de túneles en el que no dejarán pasar a ningún
congénere, y es que estos individuos, de hasta un centímetro y medio de largo,
son extremadamente territoriales. Cuando alguna otra hormiga se aventura en su
zona, no descartan abrirse paso a la fuerza.
Y es ahí donde surgen las lesiones. Los combates con
colonias rivales son extraordinariamente violentos. A veces no generan bajas,
pero sí heridas considerables, a veces es una antena, en ocasiones es una
pata... que a la larga puede desarrollar una infección mortal.
Lo que los científicos desconocían hasta la fecha es
que, igual que hacemos los humanos, las hormigas también tienen un tratamiento
muy expeditivo, pero eficaz para curar esas lesiones: amputando los miembros.
Eso mismo es lo que consiguieron demostrar Buffat y otros colaboradores en un
estudio capitaneado por el doctor Erik T. Frank, ecólogo evolutivo de la
Universidad de Würzburg, publicado recientemente en la revista Current Biology.
Los investigadores se dieron cuenta de que las
hormigas estaban arrancando a mordiscos las extremidades de sus compañeras, y
ello les servía para evitar infecciones, un comportamiento nunca documentado
hasta la fecha entre una especie que no sea humana.
Llegados a este punto, habría que precisar que las
hormigas sí son capaces de curarse sus heridas. Lo hacen a través de unas
secreciones antimicrobianas de la glándula metapleural. Sin embargo, algunos
géneros, como las hormigas carpinteras, han perdido completamente esta parte
del cuerpo, con lo que han tenido que idear esta otra estrategia para aplacar
las infecciones.
¿Por qué lo hacen?, preguntamos a Frank. "Porque
es un método muy eficaz para salvarles la vida", explica el investigador,
quien apunta que lo curioso del caso es que hasta la fecha no se haya observado
en ningún otro animal que no sean los humanos. "No creo que sea exclusivo
de esta hormiga, aunque hasta la fecha no hay demasiada documentación sobre
este tema", apunta.
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