Un árbol fósil en Panamá arroja luz sobre la antigua región tropical del continente perdido de Eurasia
El hallazgo en Panamá de un árbol fósil de marañón respalda la hipótesis de que hace más de 30.000 años existió una región tropical a lo largo de la latitud del sur de Europa, informó este jueves el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI, por sus siglas en inglés).
Se trata de un tronco antiguo de una nueva especie
fósil nombrada como Anacardium gassonii sp. Nov por su descubridora, la
paleobotánica panameña Oris Rodríguez Reyes, investigadora asociada del STRI,
con sede en la Ciudad de Panamá.
Este tronco fósil, posiblemente uno de los más
grandes encontrados hasta ahora en Panamá, se ubicó durante exploraciones en el
pueblo de Los Boquerones, en la provincia central de Veraguas, y se parecía
mucho al género moderno de marañones Anacardium, explicó el ente científico.
Aunque los árboles de marañón solamente se
encuentran hoy en los trópicos de América Central y del Sur, los restos fósiles
de esta especie más antiguos encontrados hasta la fecha se descubrieron en
Alemania.
Eso es así porque el clima de la Tierra no siempre
ha sido el mismo. Hace más de 30 millones de años existía una región tropical a
lo largo de la latitud del sur de Europa, y los antepasados ??de muchas
especies tropicales modernas, como los marañones, pueden haber llegado a las
Américas vagando por ese cálido cinturón del norte desde Eurasia hasta América
del Norte.
Los fósiles encontrados en el área de Los
Boquerones, donde se descubrió el A. gassonii sp. Nov., pertenecen a la
transición Oligoceno-Mioceno: hace alrededor de 23 millones de años, lo que
respalda esta hipótesis, dijo el Smithsonian.
"El género de marañones Anacardium tiene un
escaso registro fósil, sin embargo, ofrece un excelente ejemplo de migración de
especies tropicales de Eurasia a América del Norte durante un período más
cálido en el clima de la Tierra hace más de 30 millones de años", dijo la
investigadora Rodríguez.
El descubrimiento de A. gassonii sp. Nov. agrega una
pieza clave al rompecabezas sobre el establecimiento de especies de marañones
en América Central y América del Sur, dijo el ente científico.
También apoya la hipótesis de que la migración de
esta y otras especies durante el Oligoceno-Mioceno ayudó a unir las selvas
tropicales biodiversas que existían en la región en ese momento.
Además, sugiere que el género Anacardium cruzó de
América Central a América del Sur antes del cierre final del istmo hace 3
millones de años. Al llegar a América del Sur, el género se diversificó.
"Descubrir nuevos fósiles contribuirá a
comprender mejor cómo y por qué la diversidad es como es hoy”, comentó Teresa
Terrazas, botánica de la Universidad Nacional Autónoma de México y coautora del
estudio.
El Instituto Smithsonian de Investigaciones
Tropicales, una unidad de la Institución Smithsonian con sede en la Ciudad de
Panamá, fomenta la comprensión de la naturaleza tropical y su importancia para
el bienestar humano, según indica en su página web. EFE
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