Los dinosaurios sufrieron tuberculosis
Un trabajo científico del Conicet y la Universidad Nacional de Río Negro difundió el hallazgo de restos óseos de 67 millones de años que presentaron una patología compatible con una infección respiratoria similar a la tuberculosis, informaron hoy fuentes académicas.
El hallazgo de los restos de un “plesiosaurio”
ocurrió en un campo próximo a la ciudad rionegrina de Lamarque, cuando un
equipo de paleontólogos realizaba tareas de prospección en la zona.
Aunque ya se habían registrado patologías en esta
especie de dinosaurio desde 1870, los informes de enfermedades infecciosas son
comparativamente escasos y, “en el caso de plesiosaurios de Patagonia, eran
hasta este reporte nulos”, indicaron las fuentes.
La publicación fue realizada en la revista
científica “Cretaceous Research” donde se dio a conocer el hallazgo de una
vértebra del cuello de un plesiosaurio de aproximadamente 67 millones de años
con esta patología.
La investigadora del Instituto de Paleobiología y
Geología del Conicet y la Universidad Nacional de Río Negro, Marianella Talevi,
explicó que “los resultados de la investigación contribuyeron a mejorar la
comprensión de los aspectos paleoecológicos, fisiológicos y etológicos de este
grupo particular de reptiles marinos mesozoicos del Hemisferio Sur”.
El cuello de los plesiosaurios, que fueran
popularmente inmortalizados por las leyendas del monstruo del Lago Ness, en
Escocia, o “el nahuelito” del lago rionegrino, Nahuel Huapí, era una de las
estructuras más características de este tipo de reptiles y llegaban en algunos
casos a medir los 8 metros.
“Este primer registro de un tipo infección en un
plesiosaurio y de una vértebra del cuello, abre nuevas líneas de investigación
para explorar enfermedades o traumas, indagar sobre los mecanismos de curación
e incluso inferir aspectos vinculados al comportamiento de estas especies”,
aseguró la especialista.
Las enfermedades infecciosas, las anormalidades en
el desarrollo, sumadas a las deficiencias dietarias y las lesiones traumáticas
son las causas principales que disminuyen el éxito reproductivo o causan la
muerte de los animales en su ambiente natural.
“Muchas de estas enfermedades o traumas dejan
rastros en los tejidos esqueléticos, anomalías del crecimiento, lesiones,
tumores, malformaciones, por lo que pueden conservarse en el material fósil”,
completó Talevi.
Participaron del trabajo científico, especialistas
del Museo de La Plata y de la Universidad de Kansas, Estados Unidos.
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