La NASA capta la huella de un choque de asteroides a 10 millones de años luz
Datos del ya retirado telescopio Spitzer de la NASA han revelado las primera visión de una nube de escombros de una colisión entre cuerpos rocosos cuando pasó frente a su estrella y bloqueó la luz.
En un nuevo
estudio en el Astrophysical Journal, un grupo de astrónomos dirigido por Kate
Su de la Universidad de Arizona informan de este novedoso 'tránsito',
protaganizado por objetos del tamaño de asteroides a unos 10 millones de años
luz.
Junto con
el conocimiento sobre el tamaño y el brillo de la estrella, las observaciones
permitieron a los investigadores determinar directamente el tamaño de la nube
poco después del impacto, estimar el tamaño de los objetos que chocaron y
observar la velocidad con la que la nube se dispersó.
"No
hay sustituto para ser testigo presencial de un evento", dijo en un
comunicado George Rieke, también de la Universidad de Arizona y coautor del
nuevo estudio. "Todos los casos informados anteriormente por Spitzer no
han sido resueltos, con solo hipótesis teóricas sobre cómo podría haber sido el
evento real y la nube de escombros".
A partir de
2015, un equipo dirigido por Su comenzó a realizar observaciones de rutina de
una estrella de 10 millones de años llamada HD 166191. Alrededor de este tiempo
temprano en la vida de una estrella, el polvo que quedó de su formación se ha
agrupado para formar cuerpos rocosos llamados planetesimales: semillas de
futuros planetas. Una vez que el gas que previamente llenaba el espacio entre
esos objetos se ha dispersado, las colisiones catastróficas entre ellos se
vuelven comunes.
Anticipando que podrían ver evidencia de una de
estas colisiones alrededor de HD 166191, el equipo usó Spitzer para realizar
más de 100 observaciones del sistema entre 2015 y 2019.
Si bien los planetesimales son demasiado pequeños y
distantes para resolverlos con un telescopio, sus colisiones producen grandes
cantidades. de polvo Spitzer detectó luz infrarroja, o longitudes de onda
ligeramente más largas de lo que pueden ver los ojos humanos. El infrarrojo es
ideal para detectar polvo, incluidos los desechos creados por las colisiones de
protoplanetas.
-
Comentarios
Publicar un comentario