El Pentágono, ante la posibilidad de que los tres últimos objetos voladores derribados sean de origen alienígena: "No descartamos nada"
"No descartamos nada en este momento". Así
respondió el jefe del Comando de Defensa Aeroespacial de Norteamérica (Norad,
en inglés), el general Glen VanHerck, a una periodista del diario The New York
Times a la pregunta de si se ha descartado la posibilidad de que los objetos
voladores no identificados derribados por el Departamento de Defensa de la
Administración de Joe Biden sean de origen alienígena o extraterrestre. El
Pentágono reconoció desconocer de momento el origen de los tres artefactos
derribados en los últimos tres días (y el cuarto en una semana) en EE UU y
Canadá y que no puede confirmar aún si son chinos como lo era el globo espía
abatido el pasado día cuatro.
En una comparecencia de prensa telefónica, la
subsecretaria de Defensa y de asuntos Hemisféricos de EE UU, Melissa Dalton,
explicó que tanto el artefacto derribado esta tarde sobre el Lago Hurón, en
Michigan, como los dos anteriores en Canadá y en Alaska, fueron abatidos "por
precaución", y recalcó que "no ha habido daños colaterales en ninguna
de las operaciones de la última semana".
Según explicaron Dalton y VanHerck, algunos de los
restos del objeto abatido este domingo en Míchigan posiblemente han caído en
aguas canadienses del Lago Hurón, y están en contacto constante con el gobierno
de ese país, tanto para las operaciones de derribo como para la recogida de
restos.
Desde que se localizara y derribara días después el
globo espía chino, el Departamento de Defensa de Estados Unidos ha aumentado la
vigilancia de su espacio aéreo, lo que explica "en parte" el
incremento de los objetos detectados en los últimos días, dijo Dalton.
La subsecretaria reconoció que es posible que haya
muchos objetos sobrevolando el país cuyo propósito no sea dañino, como pueden
ser artefactos para la "investigación legítima", pero como no se ha
podido identificar ninguno de los abatidos estos días, el presidente decidió su
derribo "por precaución".
Estados Unidos sigue denominando
"objetos", sin ahondar en su descripción, a estos artefactos, y el
general VanHerck dijo que por eso no los clasifica como globos, mientras que el
que se derribó el 4 de febrero era "claramente" un globo. "Los
estamos llamando objetos y no globos por una razón", aseguró.
Aunque han evitado pronunciar las palabras
"objeto volador no identificado" de forma consecutiva, sí que han
usado cada una de ellas. Un objeto volador no identificado (OVNI, por sus
siglas en español), tiene connotaciones alienígenas en el imaginario colectivo
y dispara las teorías conspiranoicas. Sin embargo, un objeto volador no
identificado puede ser también, literalmente, un objeto volador no identificado
como el abatido por EE UU este fin de semana y cuyo origen se está
investigando. Para evitar suspicacias, los especialistas y las autoridades han
optado por referirse a los ovnis como fanis, es decir, 'fenómenos aéreos no identificados'.
Se llame ovni o fani, lo cierto es que el hecho de que VanHerck no haya
descartado ninguna opción tampoco equivale a que acepte que los avistamientos
son de origen extraterrestre (aunque las redes bromeen al respecto).
Sí admitió que pueden ser artefactos "con algún
tipo de globo en su interior" aunque también pueden estar movidos por un
sistema de propulsión. Insistió en cualquier caso en que van a analizar los
restos para poder dar más información al respecto.
El responsable de Norad insistió en que no ha habido
ningún acto "hostil" por parte de estos artefactos, pero si un objeto
no identificado entra en el espacio aéreo estadounidense o canadiense tratarán
siempre de identificarlo y averiguar si es una amenaza.
En este caso, los gobiernos de Canadá y Estados
Unidos discuten y valoran si puede suponer un riesgo para su seguridad
nacional, por ejemplo si sobrevuela zonas sensibles para la defensa como campos
de silos de misiles, si puede afectar a la seguridad de la aviación civil o si
puede suponer un riesgo para las personas en tierra. Y si ocurre alguno de esos
casos hay que actuar como se ha hecho estos días, recalcó VanHerck.
En el caso
del objeto derribado este domingo, el Pentágono se coordinó con la
Administración Federal de Aviación Civil (FAA) para cerrar el espacio aéreo en
la zona donde se encontraba. El responsable de Norad explicó que ordenó a los
pilotos que "utilizaran su agudeza visual", vigilaran que el espacio
estaba libre de aviones y que no habría daños sobre el terreno, y minimizaran
los posibles daños colaterales y cuando se sintieron cómodos para disparar o
hicieron, utilizando un misil 9x, la "mejor arma" para esta ocasión.
El artefacto derribado esta tarde mientras
sobrevolaba el lago Hurón es el tercer "objeto" neutralizado en los
últimos tres días en Norteamérica, después del derribado el viernes sobre
Alaska y el del sábado en Canadá, y se produce ocho días después del derribo
del supuesto globo espina chino que sobrevoló el país la durante varios días
hasta ser derribado en aguas del Atlántico. Según explicó el Departamento de
Defensa en un comunicado, por orden del presidente, Joe Biden, un F-16 de la
Fuerza Aérea derribó a las 14.42 horas (19.42 GMT) este nuevo artefacto que se
encontraba a 20.000 pies, poco más de 6.000 metros de altitud
.
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