Cosmonautas rusos admitieron que llevaron alcohol de contrabando a la Estación Espacial
Por si no lo sabías, el consumo de alcohol está
prohibido en el espacio. Llevar, transportar y tomar bebidas espirituosas no
está permitido en ninguna nave y mucho menos en la Estación Espacial
Internacional que orbita la Tierra.
Sin embargo, esta prohibición no ha impedido que
algunos intrépidos lo lleven de contrabando.
Cosmonautas rusos admitieron que han estado escondiendo botellas de coñac en sus trajes espaciales, en botellas de jugo mal etiquetadas e incluso dentro de libros huecos, en varios viajes espaciales.
Como el
alcohol está compuesto principalmente de etanol, está estrictamente prohibido
en la Estación Espacial Internacional debido a su naturaleza volátil. Por lo
tanto, todos los productos que contengan dicha sustancia, incluidos el enjuague
bucal, el desinfectante de manos y el perfume, están vetados en el espacio.
Pero a pesar de esto, el espacio no siempre fue un
lugar libre de alcohol. Durante misiones espaciales prolongadas, especialmente
al principio de la Era Espacial, las bebidas alcohólicas formaban parte de las
raciones de los cosmonautas.
Incluso algunos médicos habían sugerido que lleven
coñac porque estimularía el sistema inmunitario. Sin embargo, estas
recomendaciones duraron poco y luego de un tiempo la Agencia Espacial Rusa
Roscosmos prohibió el alcohol y los astronautas se convirtieron en
contrabandistas.
Así, en los años siguientes, inspectores de la
agencia encontraron decenas de cajas de bebidas alcohólicas transportadas
ilegalmente.
Un cosmonauta
llamado Igor Volk confesó que él y otros compañeros habían llegado a perder
peso justo antes de embarcar en la Salyut 7, precursora de la Mir, para poder
esconder alcohol en bolsas secretas de sus trajes espaciales sin ser
detectados. Las bebidas eran empaquetadas en pequeños envoltorios de celofán
que escondían en bolsillos y huecos de sus trajes espaciales.
Otro método que Volk reveló consistía en quitarle
las hojas a libros y dejar un lugar para que entre una botella. Un cosmonauta
también logró transportar un recipiente con coñac en la muñequera de un aparato
para medir la tensión arterial.
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