Descubren en Argentina fósiles de un dinosaurio carnívoro gigante rival del T.rex
Se trata del Taurovenator violantei, un dinosaurio de 11 metros de
largo y 5 toneladas de peso que vivió hace unos 90 millones de años, en el
noroeste rionegrino. Rival del Tyrannosaurus rex, este carnívoro es del grupo
de los carcarodontosaurios, ofrece información novedosa sobre la anatomía y los
hábitos de vida de este grupo.
Los restos fósiles fueron hallados en la Reserva Natural Pueblo
Blanco de Río Negro ubicada alrededor de 25 kilómetros al sur de El Chocón, una
zona extremadamente rica en fósiles. Allí, entre 2018, 2019 y 2023 se encontró
un hueso del cráneo, un esqueleto que incluye el sector posterior del cráneo,
varias vértebras del cuello y del lomo, los brazos casi completos, algunos
huesos de las patas traseras y elementos de la caja torácica.
Su nombre significa “toro cazador” y deriva de Tauro -del griego
“toro”-, y venator -del latín
“cazador”-. Esto se debe a que Taurovenator era un temible carnívoro que
portaba un par de cuernos encima de los ojos. El nombre de la especie,
violantei, honra a la familia Violante.
Los restos encontrados del Taurovenator permiten reconstruir el
aspecto del cuello de los carcarodontosauridos y muestra por primera vez en
detalle rasgos únicos de las vértebras. “Las vértebras del cuello de los
dinosaurios se articulan entre sí mediante zonas de unión llamadas zigapófisis.
Taurovenator en cambio, presenta zonas de conexión extras entre vértebras
haciendo que el cuello presente una rigidez mucho mayor. Estos rasgos los hemos
observado en otros carcarodontosauridos y nosotros postulamos que sería una
característica distintiva de estos dinosaurios carnívoros”, comentó Rolando
Aranciaga, becario doctoral de Conicet y líder de la investigación.
El estudio fue publicado en la revista alemana The Science of
Nature y brinda una hipótesis sobre el significado adaptativo de este cuello
tan particular. “Taurovenator, así como otros carcarodontosaurios, poseía un
cráneo enorme y robusto de 1,3 metros de largo, por lo que este refuerzo en las
articulaciones podría estar relacionado a soportar el peso durante el andar o
la caza”, resaltó Federico Agnolín, integrante del LACEV y de la Fundación
Azara. “Estos cambios del cuello son correlacionados con posibles cambios en la
distribución y forma de los músculos propios de la capacidad de soportar un
cráneo de semejante tamaño”, agrega Agnolín.
El hallazgo se efectuó gracias a los trabajos realizados por el
equipo de paleontólogos del Laboratorio de Anatomía Comparada y Evolución de
Vertebrados (LACEV) y de la Fundación de Historia Natural “Félix de Azara”,
pertenecientes al CONICET, en conjunto con paleontólogos del National Museum of
Nature & Science de Japón. La expedición contó con el apoyo financiero de
la National Geographic Society y el acompañamiento de la Secretaría de Cultura
de Río Negro.
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