Una llamarada solar extrema amenaza la Tierra: posible caos en las comunicaciones y redes eléctricas
El Sol ha vuelto a mostrar su furia. Una potente
llamarada solar, catalogada como X2.3, la clase de erupciones más intensa,
estalló el 6 de noviembre a las 03:40 UTC, proyectando su energía hacia el
espacio y alertando a los sistemas de monitoreo en la Tierra. El evento fue
capturado por el Observatorio de Dinámica Solar de la NASA (SDO), mostrando un
destello rojo brillante en el centro de nuestra estrella.
Este fenómeno podría tener consecuencias
significativas en la Tierra, ya que las llamaradas solares de esta magnitud
afectan las comunicaciones por radio, las redes de energía eléctrica, las
señales de navegación e incluso representan riesgos para naves espaciales y astronautas.
La radiación de estas explosiones solares interactúa con el campo magnético
terrestre, creando tormentas solares que generan fuertes perturbaciones en la
magnetósfera.
La actividad solar ha alcanzado niveles críticos en
este ciclo solar de once años, y estas tormentas pueden causar fluctuaciones
severas en la infraestructura tecnológica. Desde satélites en órbita hasta
redes de energía en la superficie terrestre, todos pueden sufrir los efectos de
la tormenta solar, lo que genera preocupación entre científicos y agencias
espaciales de todo el mundo.
NASA advierte sobre posibles interrupciones
tecnológicas y recomienda medidas preventivas para proteger a los sistemas en
riesgo de cara a esta ola de actividad extrema.
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