“Los dientes de sable podían abatir a un mamut de un mordisco”
Un estudio internacional en el que participan investigadores de la Universidad de Málaga, y que ha analizado mediante simulación computacional sesenta especies diferentes, ha revelado que ningún grupo de carnívoros con dientes de sable cazaba igual.
Los dientes de sable,
cazadores hipercarnívoros ya extintos, que se caracterizaban por tener unos
caninos largos y estrechos con los que eran capaces, incluso, de abatir de un
mordisco a un mamut, tenían una forma de matar a sus presas muy diferente a la
de los felinos actuales, que lo hacen por asfixia, ha informado este viernes la
Universidad de Málaga en un comunicado.
Científicos del área de
Paleontología y Evolución de la Universidad de Málaga lideran desde hace años
una investigación internacional sobre estos súper depredadores.
En 2008 ya abordaron el
"bocado de muerte" de estos animales, a partir de la simulación
computacional en tres dimensiones, y demostraron dos tipos distintos de esta
especie, ya que mostraron diferencias estructurales y biomecánicas en sus
cráneos, por su estrategia de caza.
El equipo investigador
ha dado un paso más en este estudio y ha revelado que ningún grupo de dientes
de sable cazaba igual, algo que ha pasado desapercibido durante décadas, según
el profesor de la Facultad de Ciencias de Málaga Borja Figueirido, uno de los
autores de este trabajo.
“Los depredadores con
dientes de sable desarrollaron una diversidad desconocida en los estilos de
caza y matanza durante los últimos 250 millones de años”, afirma Figueirido,
que ha desarrollado este trabajo con investigadores de la Universidad de
Birmingham, liderados por el profesor de Paleobiología Stephan Lautenschlager.
Los resultados
demuestran que los dientes caninos alargados, que alcanzan una longitud de
hasta 30 centímetros en algunas especies, evolucionaron de forma independiente
en siete linajes diferentes de mamíferos carnívoros.
“Debido a la forma
similar del cráneo y los dientes, durante mucho tiempo se asumió que todos
estos animales cazaban y mataban a sus presas de la misma manera”, explica el
experto.
Figueirido señala que en
este estudio se han incluido representantes de todos los grupos de dientes de
sable, más de sesenta especies diferentes, los primeros, incluso, presentes
antes de los dinosaurios.
Tras simulaciones
computacionales de las capacidades funcionales de los dientes y los cráneos, en
las que se ha analizado la fuerza de mordida, el ángulo de apertura bucal y la
resistencia a la flexión, han evidenciado que no existe ningún grupo que tenga
la misma biomecánica craneal, lo que significa que su estrategia de caza era
distinta.
“Lo que hemos confirmado
es que la forma similar de los cráneos de los dientes de sable viene impuesta
por la necesidad de abrir mucho la boca, debido a la longitud de los caninos, y
no porque cazaran de la misma manera”, aclara el investigador.
“Esto probablemente
explique por qué muchas veces encontramos en un mismo yacimiento diferentes
especies de estos depredadores: cazaban diferente a presas también diferentes y
eso evitaba la competencia entre ellos”, concluye. EFE
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