El ‘Arca de Noé’ guardada en el hielo de la Antártida
Tras 13 años desde su inauguración, después de alguna que otra reparación y ampliación por inundaciones, la Bóveda Global de Semillas de Svalbard consiguió el logro de almacenar más de un millón de semillas. Un total de 60.000 variedades distintas de cultivos de todo el mundo se sumaron y permanecen congelados en la bóveda en mitad del Ártico.
La bóveda de Svalbard se encuentra construida en una
ladera de una montaña en la isla de Spitsbergen en el archipiélago de Svalbard,
de ahí su nombre. Está a medio camino entre Noruega y el Polo Norte y fue diseñada
como una instalación de almacenamiento para proteger las semillas de cultivos
vitales ante catástrofes.
El banco de semillas fue construido en 2008 en el
interior de una montaña del Ártico, ubicada en un ¬archipiélago de soberanía
noruega, a 130 metros sobre el nivel del mar. El detalle no es menor: esto
asegura que el suelo esté seco, incluso si aumenta el nivel del mar por
derretimiento de los hielos polares. Fue edificado allí por tratarse de uno de
los territorios con menos actividad sísmica del mundo y porque, en caso de una
tragedia, el frío permitiría conservar las plantas incluso sin electricidad.
También conocida como la Bóveda del Juicio Final,
tiene una gran puerta de acero y un túnel para permitir que los carros lleven
semillas. El edificio está formado por tres salas, pero sólo la cámara
intermedia contiene las plantas, donde hay casi 1 millón de paquetes de
semillas, entre silvestres y antiguas. La construcción, que costó
aproximadamente 9 millones de dólares, fue auspiciada enteramente por Noruega,
país que se encarga de los costos de mantenimiento de la estructura. La
iniciativa, además, tiene varios auspiciantes como la Fundación Bill y Melinda
Gates, el Reino Unido, Australia. Asimismo, colaboran varios países en vía de
desarrollo como Brasil, Colombia, Etiopía e India.
En 2016, hubo alerta porque la nieve que rodeaba al
edificio se derritió por las altas temperaturas que vivió el Ártico. Aquel fue
uno de los años más calientes de la historia. "No se nos ocurrió que se
pudiera derretir el permahielo y que se podría llegar a condiciones climáticas
tan extremas como las que vivimos", afirmó Hege Njaa Aschim, del gobierno
noruego.
"Entró mucha agua al inicio del túnel, pero
luego se convirtió en hielo, así que cuando entramos nos encontramos con un
glaciar", agregó. El agua derretida no llegó dentro de la bóveda, el hielo
se pudo quitar y las valiosas semillas permanecieron seguras, conservadas a la
temperatura correcta de -18ºC. El incidente demostró la capacidad de la bóveda
de sobrevivir como cuerda de salvamento de la humanidad en caso de una
catástrofe. Por eso, también, el lugar es vigilado las 24 horas.
Fue construida en 2008 en el interior de una montaña
del Ártico.
Si bien existen otros bancos de semillas en
distintos puntos del planeta, los especialistas aseguran que ninguno es tan
seguro como el de Svalbard, tanto por el modo en el que está construido como
por el lugar en el que se encuentra. Eso lo convierte en algo más especial aún.
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