Cazadores furtivos matan al menos a 19 elefantes en Etiopía
Los cazadores furtivos mataron al menos a 19 elefantes en Etiopía durante los últimos seis meses, confirmó hoy a Efe el director de una de las reservas naturales más afectadas.
"El principal problema son los conflictos entre
los campesinos, que han ocupado ilegalmente el espacio natural, y los
elefantes, que destrozan los cultivos", dijo a Efe el director del
Santuario de Elefantes de Babele (este), Adam Mohamed, una reserva de cerca de
7.000 kilómetros cuadrados.
Muchos de esos agricultores son desplazados internos
por los conflictos intercomunitarios -entre personas del pueblo oromo y de
origen somalí- que asolaron esta región en 2016 y 2017.
"También existen señales de un posible tráfico
de marfil entre Etiopía y Somalia, ya que este espacio natural está cerca de la
frontera de ambos países", explicó Mohamed.
Según Mohamed, el Gobierno etíope ha empezado
"una campaña prometedora" para abordar la caza furtiva y mantiene
conversaciones con los líderes de las comunidades.
"Si esta situación no cambia, no tengo ninguna
duda de que los elefantes desaparecerán en unos años", añadió este experto
en la conservación de la naturaleza.
Durante los últimos seis meses, los cazadores
furtivos mataron a cinco elefantes en el Parque Nacional de Omo (sur), siete en
el Parque Nacional de Mago (sur) y otros siete en el Santuario de Elefantes de
Babele, informó la Autoridad para la Vida Salvaje de Etiopía (EWCA), un
organismo gubernamental encargado de la gestión de los espacios naturales
etíopes.
En un comunicado emitido este jueves, la EWCA alertó
de que el número de elefantes muertos podrían seguir aumentando a menos que se
tomen medidas urgentes y se incremente la vigilancia.
Según los datos recogidos Unión Internacional para
la Conservación de la Naturaleza (UICN), las poblaciones de elefantes africanos
de sabana disminuyeron un 60 % durante los últimos 50 años, un hecho que empujó
a esta organización a declarar esta especie en peligro de extinción.
Sus principales amenazas son la pérdida de sus
hábitats y la caza furtiva incentivada por la demanda del marfil, sobre todo
procedente de algunos países asiáticos. EFE
.-
Comentarios
Publicar un comentario