Encuentran en Galilea restos de fuego encendido por el hombre hace 800.000 años
Usando técnicas de inteligencia artificial,
investigadores han descubierto en un yacimiento de Israel una de las primeras
evidencias del uso del fuego por nuestros ancestros.
En un artículo publicado en PNAS, un equipo del
Instituto de Ciencias Weizmann revela un método avanzado e innovador que han
desarrollado y utilizado para detectar rastros no visuales de fuego que datan
de al menos 800.000 años, una de las primeras pruebas conocidas del uso del
fuego.
La cantera de Evron, ubicado en el oeste de Galilea,
es un sitio arqueológico al aire libre que se descubrió por primera vez a
mediados de la década de 1970. Durante una serie de excavaciones que tuvieron
lugar en ese momento y que fueron dirigidas por el profesor Avraham Ronen, los
arqueólogos excavaron 14 metros y descubrieron una gran variedad de fósiles de
animales y herramientas paleolíticas que datan de hace entre 800.000 y 1 millón
de años, lo que lo convierte en uno de los sitios más antiguos de Israel.
Ninguno de los hallazgos del sitio o del suelo en el
que se encontraron tenía evidencia visual de calor: la ceniza y el carbón se
degradan con el tiempo, lo que elimina las posibilidades de encontrar evidencia
visual de quema. Por lo tanto, si los científicos de Weizmann querían encontrar
evidencia de fuego, tenían que buscar más lejos.
La nueva expedición comenzó con el desarrollo de un
modelo de IA más avanzado que el que habían usado anteriormente. “Probamos una
variedad de métodos, entre ellos métodos tradicionales de análisis de datos,
modelado de aprendizaje automático y modelos de aprendizaje profundo más
avanzados”, dice en un comunicado el arqueólogo Ido Azuri, quien dirigió el
desarrollo de los modelos.
“Los modelos de aprendizaje profundo que
prevalecieron tenían una arquitectura específica que superó a los demás y nos
dio con éxito la confianza que necesitábamos para seguir usando esta
herramienta en un contexto arqueológico sin signos visuales de uso del fuego”.
La ventaja de la IA es que puede encontrar patrones ocultos en una multitud de
escalas. Al identificar la composición química de los materiales hasta el nivel
molecular, el resultado del modelo puede estimar la temperatura a la que se
calentaron las herramientas de piedra, lo que en última instancia proporciona
información sobre comportamientos humanos pasados.
Con un método de IA preciso en la mano, el equipo
podría comenzar a buscar señales moleculares de las herramientas de piedra
utilizadas por los habitantes de Evron Quarry hace casi un millón de años.
Los resultados revelaron que las herramientas se
habían calentado a una amplia gama de temperaturas, algunas superando los 600
°C. Además, utilizando una técnica espectroscópica diferente, analizaron 87
restos de fauna y descubrieron que el colmillo de un elefante extinto también
presentaba cambios estructurales como resultado del calentamiento. Si bien sus
afirmaciones son cautelosas, la presencia de calor oculto sugiere que nuestros
antiguos antepasados, al igual que los propios científicos, eran
experimentadores.
Según el equipo de investigación, al observar la
arqueología desde una perspectiva diferente, utilizando nuevas herramientas,
podemos encontrar mucho más de lo que inicialmente pensábamos. Los métodos que
han desarrollado podrían aplicarse, por ejemplo, en otros sitios del
Paleolítico Inferior para identificar evidencia no visual del uso del fuego.
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