Detectan la luz de un estallido de rayos gamma producido hace más de 12.800 millones de años
Los astrónomos han identificado las señales de uno
de los estallidos de rayos gamma más distantes detectados hasta el momento: el
trascendente descubrimiento ofrece una ventana al Universo primitivo, que de
otro modo es difícil de observar. Los estudios realizados permiten concluir que
el mecanismo responsable de los estallidos de rayos gamma (GRB) no evoluciona
con el Universo, porque los más antiguos tienen características similares a los
más recientes.
Un equipo internacional de astrónomos liderado por
Andrea Rossi, investigador del Instituto Nacional de Astrofísica de Italia
(INAF), confirmó el hallazgo del estallido de rayos gamma GRB 210905A, uno de
los fenómenos cósmicos con mayor luminosidad registrados hasta hoy, que tuvo
lugar en los comienzos de la historia universal, cuando el cosmos tenía
aproximadamente 900 millones de años. El descubrimiento se detalla en un
artículo científico publicado recientemente en la revista Astronomy &
Astrophysics.
El estallido se produjo hace 12.800 millones de
años: los científicos captaron sus ecos utilizando el instrumento X-SHOOTER del
Very Large Telescope (VLT) del Observatorio Europeo Austral (ESO). Debido a su
lenta evolución en las últimas fases, tanto en la banda óptica como en los
rayos X, la posluminiscencia de GRB 210905A (la luz que se mantiene luego del
estallido) es una de las más potentes que se han podido observar.
De acuerdo a una nota de prensa, gracias a una
última observación efectuada con el telescopio espacial Hubble, los
investigadores detectaron luz de su galaxia anfitriona: se trata de una de las
4 galaxias anfitrionas de GRB conocidas hasta la fecha a esas distancias, y
también una de las más brillantes. Vale recordar que el estallido de rayos
gamma se produce en el momento posterior al colapso de su estrella progenitora.
Los brotes o estallidos de rayos gamma (GRB, según
sus siglas en inglés) son destellos de rayos gamma derivados de explosiones
extremadamente energéticas que ocurren en galaxias distantes. Los astrónomos
los consideran los eventos electromagnéticos más luminosos que pueden ocurrir
en el Universo.
Su duración pueden extenderse desde unos
nanosegundos hasta varias horas, aunque en la mayoría de los casos suelen durar
unos pocos segundos. Habitualmente son seguidos por una luminiscencia residual
de larga duración, que precisamente fue la detectada por los investigadores en
este caso. Los estallidos de rayos gamma son considerados uno de los fenómenos
más interesantes para revelar detalles ocultos del Universo primitivo.
Quizás una de las características sobresalientes de
GRB 210905A es que presenta algunas condiciones muy similares a otros
estallidos de su tipo, sucedidos en etapas posteriores del Universo. Por
ejemplo, la relación entre la energía de la emisión del estallido de rayos
gamma y la posterior emisión de rayos X es similar a la encontrada para otros
GRB más recientes.
Esto marca un cambio importante en cuanto a lo
predicho por los especialistas, que esperan encontrar notables diferencias en
los GRB de acuerdo al momento en el que sucedió la explosión. También indica
que el proceso que desencadena a los estallidos de rayos gamma no cambia con el
tiempo, siguiendo patrones similares desde los comienzos del cosmos hasta hoy.
En tanto, los científicos concluyeron que GRB
210905A tendría que haberse originado a partir de un agujero negro, porque la
elevada energía detectada excluye a un magnetar como origen de la explosión,
mientras que el mecanismo que caracteriza a un agujero negro explica fácilmente
las energías observadas.
Es importante tener en cuenta que aunque estos
fenómenos siempre son el resultado del colapso de una estrella masiva, pueden
estar ligados tanto a un agujero negro como a un magnetar, que en líneas
generales es una estrella de neutrones que gira rápidamente alrededor de un
intenso campo magnético.
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