Confirman la existencia de una nueva especie de anaconda en Bolivia

 

Los análisis genéticos son, con el perdón de la ciencia, como la prueba del algodón. Una revisión del ADN permite descubrir los secretos más bien escondidos de los seres vivos. También ayuda a discernir o distinguir especies morfológicamente muy parecidas, como es el caso que se presenta esta semana en un artículo científico publicado en la revista Amphibia-Reptilia.

La primera clasificación científica de especies, de la mano de  Carlos Linneo, describió en 1758 la existencia de una única especie de anaconda (la anaconda verde o común, Eunectes murinus), la serpiente de mayor tamaño de América.

En 1862 se reconoció la existencia de una segunda especie de la misma familia Eunectes, la anaconda amarilla. Y en 1936 se publicaron los datos de la anaconda de manchas oscuras de Schauensee (E. deschauenseei).

Entre 1960 y 1980 se publicaron diversos estudios sobre la posible existencia de otras especies, subespecies o híbridos de anacondas previamente conocidas.

No fue hasta 2002, después de un largo proceso de búsqueda y estudio, que el biólogo alemán y divulgador naturalista especializado en anacondas Lutz Dirksen publicó la descripción científica de la cuarta especie viva del género Eunectes, la anaconda boliviana, de nombre científico Eunectes beniensis en referencia al departamento de Beni, que junto al de Pando son los lugares endémicos de esta gran serpiente constrictora.

Veinte años más tarde, un equipo de investigadores de Georgia, Alemania y Argentina, han puesto en práctica las más modernas técnicas de análisis de ADN para confirmar la existencia -como especie diferente- de la Eunectes beniensis.

El nuevo estudio, cuyo primer firmante es David Tarkhnishvili, investigador de la Universidad Estatal de Ilia, en Tbilisi (Georgia), detalla que se han analizado rasgos morfológicos, secuencias de un gen mitocondrial y patrones genéticos de marcadores de ADN de tejidos de todas la variantes conocidas de anacondas en diversas zonas de Sudamérica. La primera  conclusión de este estudio es que el género Eunectes consta de dos linajes evolutivos distintos: el de 'gran cuerpo' (solo formado por la E. murinus) y el grupo de anacondas de 'pequeño cuerpo'. Este segundo grupo incluye tres formas alopátricas morfológicamente distintas, E. notaeus , E. deschauenseei y E. beniensis .

"Tanto fenotípica como genotípicamente, E. beniensis está más distante de E. notaeus y E. deschauenseei que estas dos  especies entre sí", apuntan los autores del nuevo estudio confirmando que la anaconda boliviana es diferente de sus parientes cercanas.

La anaconda boliviana es una serpiente de apariencia robusta que puede alcanzar los 8 metros de longitud. Su coloración es similar a la anaconda común pero con tonos enre marrones y verdes. A los lados muestran muchos menos puntos negros que las otras especies del género, pero estos son más grandes. En la parte superior estos puntos son como los de la E. notaeus y la E. deschauenseei, con cinco rayas negras. Su dieta incluye venados, pecaríes, aves, grandes roedores y peces.

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