El planeta Pandora de Avatar sí existe en la vida real y se llama…
En muchas ocasiones la realidad supera a la ficción
y `Avatar 2: El sentido del agua´ no se
iba a quedar atrás
La película muestra una de las facetas más comunes
del ser humano, la egoísta. Se pueden observar escenas de maltrato animal, la
destrucción del ecosistema de Pandora, e incluso el asesinato de varios na’vi
por parte de la gente del cielo (seres humanos), todo por conseguir lo que
siempre se busca en este tipo de situaciones: beneficio y riqueza.
Varios espectadores coincidieron en un sentimiento
de tristeza e impotencia tras ver las escenas que muestran este secreto a voces,
lo que demuestra que la gente se puede llegar a sentir sensibilizada con este
tipo de situaciones, sin embargo, el hecho de ser un asunto no muy representado
en los medios de comunicación, complica mucho el conocimiento de lo que está
pasando en nuestro Planeta Tierra.
En la parte más acuática de Pandora descubierta en
esta nueva parte de la saga, reside una especie llamada Tulkunes, una especie
de ballena que siempre va en grupo. Estos animales tienen una gran importancia
en la película, sobre todo por el protagonismo de un ejemplar denominado
Payacan al forjar una estrecha relación con otro de los personajes principales.
Además la relevancia de estos ejemplares se debe a
una escena muy específica en la que una madre y una cría son cazadas por
humanos para extraer un líquido situado en el cerebro del animal, cuyo valor
monetario es descomunal.
Las ballenas que viven en nuestros océanos sufren
una situación parecida, ya que son cazadas hasta prácticamente su extinción con
tal de obtener sus grasas y su carne. Otro caso son los tiburones y rayas del
Planeta Tierra que han desaparecido hasta el 70% de su población principalmente
por la pesca industrial.
Tanto en la primera película como en la segunda se
puede ver una clara destrucción de biosfera de Pandora. En la parte de 2009 los
humanos intervinieron para extraer Unobtanium, un mineral que puede solucionar
la crisis energética que sufre la Tierra en el universo cinematográfico de
Avatar, mientras que en la parte actual se destruye otra parte de Pandora para
provocar la aparición del protagonista Jake Sully.
Estos dos sucesos concluyeron en la muerte de
animales, de na’vi, en la destrucción de estructuras sagradas en la cultura de
la tribu, de poblados etc. Esto de repite otra vez en nuestro planeta, algunas
de las problemáticas más sonadas son las de los orangutanes y el Amazonas. En
los últimos 20 años ha desaparecido hasta el 90% del hábitat de los orangutanes
por el cultivo de palma de cera, lo que hace que poco a poco menos de estos
animales puedan residir en su estancia natural. Por otro lado la biodiversidad
del Amazonas está siendo incendiada para ser convertida en potreros en los que
van a ser introducidos vacas, y generar ganado.
En esta franquicia se puede ver una clara ignorancia
y sentido de superioridad por parte de los humanos a la cultura na’vi. Desde el
primer momento se los trata como salvajes, incivilizados e incluso de animales,
cuando en verdad, esta especie de humanoide comparte varias características con
el Homo Sapiens.
Esta situación se vio en nuestra realidad hace ya
varios siglos con el colonialismo, en el que los europeos apreciaban su cultura
como la mejor y por eso mismo se creían con el derecho imponerla en países que
se consideraban menos desarrollados en la época. En la actualidad las
comunidades como las indígenas han sido despojadas de sus tierras y culturas,
generalmente por la falta de reconocimiento legal de sus derechos y recursos.
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