Incendio en las aguas del Mediterráneo: "Hay paisajes marinos que han quedado calcinados"
"Ha habido un verdadero incendio debajo de las
aguas del Mediterráneo. Hay paisajes marinos que han quedado completamente
calcinados". Estas son las palabras con las que Joaquim Garrabou, investigador
del Instituto de Ciencias del Mar (ICM-CSIC) de Barcelona, describe a El
Periódico de España el desolador panorama que ha dejado la ola de calor marina
del pasado verano.
"La situación es trágica. Hay ecosistemas que
casi han desaparecido. Especies centenarias que han quedado reducidas a nada.
Animales que han tenido que migrar para refugiarse del calor", comenta el
experto.
Los expertos advierten de las graves secuelas de
este fenómeno para el medio marino y las actividades humanas
Este 'incendio marino' se desató hace tan solo seis
meses. Entre junio y agosto, justo mientras el continente europeo vivía una de
las olas de calor más intensas de las últimas décadas, en las aguas
mediterráneas también se registraron temperaturas sin precedentes. Durante
varias semanas, los termómetros marinos marcaron entre cinco y siete grados más
de lo habitual. En las Islas Medas y en el Cap de Creus, por ejemplo, el agua
alcanzó los 27 grados. En algunos puntos de la costa francesa se llegaron incluso
a observar 30 grados. Nunca, en más de cincuenta años de datos, se habían
registrado valores tan altos.
El aumento de temperaturas de las aguas acabó
desatando un incendio a cámara lenta. "Los efectos de las olas de calor
marinas no se ven en el momento, sino que tardan meses en hacerse visibles.
Todavía estamos recogiendo datos sobre lo que pasó en verano. Por ahora, solo
tenemos los datos preliminares, y aun así la imagen es devastadora",
explica Garrabou.
El biólogo marino explica, por ejemplo, que hay
especies que han quedado diezmadas en cuestión de meses. Sobre todo en el caso
de las especies 'ancladas' al suelo. "En el mar ocurre lo mismo que en los
incendios forestales. Cuando brota el fuego los más afectados son los árboles y
las especies que no pueden huir de las llamas", explica el científico.
Ahora mismo, bajo las aguas del Mediterráneo, hay
'bosques' de corales que han quedado totalmente calcinados. Incluso se ven
ejemplares de corales centenarios, de más de un metro de altura, que han
quedado reducidos a un esqueleto. La misma imagen se repite en poblaciones de
algas, esponjas y estrellas de mar típicas del Mediterráneo.
Todavía no hay cifras definitivas sobre el total de
especies y ejemplares afectados pero, según advierten los expertos en algunos
casos se podrían haber perdido más del 80% de los individuos de algunas
poblaciones. Esto supone uno de los episodios de mortalidad masiva más graves
registrados hasta la fecha.
"Recuerdo que en los inicios de mi carrera,
cuando empecé a investigar sobre estos fenómenos, ya se hablaba de cómo el
aumento de temperaturas de las aguas acabaría desencadenando este tipo de
problemas pero, aun así, no esperaba verlo en persona. Pensaba que pasaría
hacia finales de siglo", comenta Garrabou. "Jamás imaginé ver con mis
propios ojos extinciones locales de especies en el Mediterráneo", añade.
"Jamás imaginé ver con mis propios ojos
extinciones locales de especies en el Mediterráneo"
Incluso los animales que han conseguido huir de las
llamas destacan como víctimas colaterales de este 'incendio marino'. Es el
caso, por ejemplo, de los peces mediterráneos. "El aumento de temperatura
de las aguas está desplazando algunas especies. Hay algunas que permanecían muy
cerca de la costa que se han movido mar adentro. Y otras, típicas de los
trópicos, que están llegando cada vez más lejos", explica Macarena
Marambio, investigadora del Instituto de Ciencias del Mar.
"El problema de estos desplazamientos es que no
sabemos cómo afectarán al equilibrio del ecosistema. La llegada de una especie
más agresiva, por ejemplo, podría poner en peligro a los peces autóctonos y
provocar graves desequilibrios", comenta la experta.
El aumento de la temperatura de las aguas está
aupando la expansión de animales como las medusas. Estos animales, habituales
de las aguas templadas y cálidas, han empezado a observarse incluso en invierno
en las costas Mediterráneas. Hace tan solo unas semanas, por ejemplo, miles de
ejemplares de medusas quedaron varados en una playa de Almería. La misma escena
se repitió en la zona de Roses. Y en algunas localidades de la costa francesa.
"Todo apunta a que las medusas están acelerando
su ciclo de reproducción y, por eso, están apareciendo en épocas donde
normalmente no deberían verse", comenta la bióloga.
"Las medusas están acelerando su ciclo de
reproducción y están apareciendo en épocas donde no deberían verse"
La comunidad científica mira con preocupación a las
secuelas del incendio en las aguas mediterráneas. Sobre todo porque, más allá
del impacto ecológico de este fenómeno, también inquieta qué pasará con las
actividades humanas que dependen del medio marino.
"El sector pesquero ya está sufriendo los
efectos de la crisis climática: las poblaciones de muchas especies se están
reduciendo y desplazando. El daño medioambiental también acabará afectando a
otras actividades como el turismo. ¿Quién querrá venir a bucear en un
Mediterráneo destrozado?", reflexiona Garrabou.
Los expertos alertan sobre el delicado estado de
estos ecosistemas marinos y, a su vez, reclaman más medidas para protegerlo.
Desde la ampliación de las áreas protegidas hasta algo tan sencillo como
aumentar la conciencia ciudadana con el tema.
"Todos podemos poner nuestro granito de arena
para que este problema no vaya a más. Eso va desde no tirar basura en las
playas hasta reducir nuestra huella ecológica para evitar que el calentamiento
global siga avanzando", comenta Marambio. "El mar es de todos",
zanja.
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