Preocupación mundial por la decisión de Japón de verter agua radiactiva al mar
Japón se encuentra en una encrucijada que podría
afectar a cientos de personas en los próximos meses, se trata del vertimiento
en el mar del agua de una de las plantas siniestradas tras la catástrofe
nuclear de Fukushima provocada por un tsunami hace 12 años.
El mundo tiene en la lupa esta acción que ha
decidido tomar el gobierno Nipón, la cual podría afectar a miles de ciudadanos
que trabajan como pescadores y dependen de este sustento para alimentar a sus
familias.
Por su parte, el operador de la central, TEPCO, dijo
que el agua fue filtrada para extraer los elementos radioactivos y considera
que el vertido es seguro y necesario, pero hay oposición interna y a nivel
internacional.
El pescador Haruo Ono, de 71 años, arroja al mar una
lubina japonesa que estaba dañada y no podía volver a venderse, en el puerto
pesquero de Tsurishihama en Shinchimachi, a unos 55 km de la planta de energía
nuclear inhabilitada Fukushima Dai-ichi
El pescador Haruo Ono, de 71 años, arroja al mar una
lubina japonesa que estaba dañada y no podía volver a venderse, en el puerto
pesquero de Tsurishihama en Shinchimachi, a unos 55 km de la planta de energía
nuclear inhabilitada Fukushima Dai-ichi - Foto: REUTERS
Según datos emitidos por las autoridades japonesas,
la planta produce 100.000 litros de agua contaminada que es filtrada para
extraer los radionucleidos o radioisótopos (átomos con exceso de energía
nuclear), esto representa un 96 % de la capacidad de almacenamiento en el
lugar, es decir 1,32 millones de toneladas de agua tratada en almacenaje.
Por su parte, el Gobierno de Japón ha estimado que
la liberación de aguas contaminadas de la planta de energía nuclear de
Fukushima, se realizará “alrededor de esta primavera o verano”, doce años
después del desastre provocado por un terremoto y un tsunami.
El Ejecutivo nipón ha realizado este comentario
después de realizar una reunión ministerial en la residencia oficial del primer
ministro, Fumio Kishida, en la que se ha valorado el tiempo requerido para la
construcción de un túnel submarino que liberaría las aguas, según ha informado
la cadena NHK.
Una tubería que se usará para transferir agua
tratada con el Sistema Avanzado de Procesamiento de Líquidos (ALPS) se ve en la
planta de energía nuclear inhabilitada Fukushima Dai-ichi, ciudad de Okuma,
prefectura de Fukushima
Una tubería que se usará para transferir agua
tratada con el Sistema Avanzado de Procesamiento de Líquidos (ALPS) se ve en la
planta de energía nuclear inhabilitada Fukushima Dai-ichi, ciudad de Okuma,
prefectura de Fukushima - Foto: REUTERS
Esta medida alarga el plan inicial de la Compañía
Eléctrica Tokyo Power (Tepco), que apuntaba como objetivo iniciar las labores
de expulsión de aguas en la primavera de este año, después de filtrarlas con la
intención de diluirlas en agua salada y echarlas al mar.
TEPCO afirma que tiene varios sistemas de filtrado
que permiten eliminar la mayoría de los 62 elementos radioactivos presentes en
el agua, incluyendo el cesio y el estroncio, pero el tritio no ha podido ser
retirado con las tecnologías existentes.
Como una medida de tranquilidad por parte de los
expertos, se han reseñado estudios que indican que el tritio solo es
perjudicial para la salud humana en altas concentraciones.
Pescadores lavan fideos para venderlos más tarde, en
el puerto pesquero de Tsurishihama en Shinchimachi, a unos 55 km de la planta
de energía nuclear inhabilitada Fukushima Dai-ichi, en la prefectura de
Fukushima, Japón
Por su parte, el Organismo Internacional de Energía
Atómica (OIEA), que supervisa la operación, dijo que el vertido cumple los
estándares internacionales y que no va a provocar daños al medioambiente.
El Gobierno ha revisado este plan y ha establecido
uno nuevo con 50 mil millones de yenes (euros), que incluye ayudas para los
pescadores afectados, así como pagos de compensación y mayor información sobre
las medidas adoptadas, según ha informado la agencia de noticias Kyodo.
De acuerdo con la Agencia Meteorológica de Japón, el
sismo tuvo como epicentro el Pacífico, a unos 50 kilómetros de profundidad, si
bien no se ha activado ninguna alerta de tsunami.
La Comisión Regulatoria para la Energía Atómica de
Japón aprobó en julio del año pasado un plan para verter en el océano Pacífico
el agua procedente de la central nuclear de Fukushima Daiichi, que había sido
utilizada para enfriar los reactores tras el desastre nuclear de 2011 y que se
encuentra almacenada en grandes tanques de la planta.
El operador de la planta está construyendo más
centros de filtrado en la costa y una tubería submarina de un kilómetro para
liberar agua tratada en un plazo de varias décadas. “No planeamos liberar toda
el agua de una vez, máximo van a ser 500 toneladas en un día”, indicó a la AFP
Kenichi Takahar, un representante de TEPCO.
La Tokyo Electric Power Co (Tepco), que opera la
central nuclear paralizada, planea comenzar pronto a liberar en el mar más de
un millón de toneladas de agua radiactiva de la planta que se utilizó para
enfriar los reactores después de la Marcha.
La Tokyo Electric Power Co (Tepco), que opera la
central nuclear paralizada, planea comenzar pronto a liberar en el mar más de
un millón de toneladas de agua radiactiva de la planta que se utilizó para
enfriar los reactores después de la Marcha. - Foto: REUTERS
La cadena de acontecimientos que se produjo el 11 de
marzo de 2011 al mediodía a raíz de un intenso terremoto de magnitud 9 en la
escala Richter, dejó cerca de 18.000 muertos y puso en tela de juicio la seguridad
de la energía nuclear.
A pesar de que el sistema de seguridad de la planta
respondió adecuadamente tras el seísmo (al contrario de lo que sucedió en
Chernóbil en 1986), las olas de unos quince metros de altura golpearon la
central y provocaron inundaciones que llevaron a tres fusiones nucleares y a la
liberación de grandes cantidades de contaminación radiactiva.
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