Nace con vida un mono quimérico a partir de líneas de células madre embrionarias
Una cría de macaco cangrejero nacida viva en China es el primer mono compuesto por células madre procedentes de dos embriones genéticamente distintos de la misma especie, algo que solo se había logrado en ratas y ratones.
Un equipo de científicos chinos junto al
investigador español Miguel Ángel Esteban publican un estudio en la revista
Cell, donde informan de la técnica usada para lograr este mono quimera.
El animal contenía una alta proporción de células
derivadas de células madre embrionarias de una línea donante y sobrevivió diez
días, ya que su estado de salud se deterioró y fue sacrificado, indicaron en
una rueda de prensa virtual.
Las células madre embrionarias (CME) son
pluripotentes, por lo que pueden convertirse en cualquier tipo de célula, y
entre ellas las llamadas “no determinadas” (naïve), se encuentran en un estado
primordial y anterior en el desarrollo embrionario que potencia esa capacidad.
El autor principal del estudio, Zhen Liu, de la
Academia China de Ciencias, indicó que el estudio ayuda a entender la
pluripotencia de estas células "no determinadas" en otros primates,
incluidos los humanos, además de tener implicaciones prácticas
"relevantes" para la ingeniería genética y la conservación de
especies.
Así, estimó que el trabajo puede ayudar en un futuro
a generar modelos de animales más precisos para el estudio de enfermedades
neurológicas y para otros estudios de biomedicina.
"Células esparcidas por el cuerpo"
De los experimentos nacieron varios ejemplares y
abortos. Dos de ellos, un mono vivo y un feto -ambos machos-, podían
considerarse quiméricos debido a la elevada contribución en sus organismos de
las células madre embrionarias no propias.
Esteban, del Instituto de Biomedicina y Salud de
Guangzhou, explicó que en intentos previos de otros equipos el resultado no
podía calificarse de animales quiméricos "estrictamente hablando",
pues la contribución de las CME era pequeña, "solo algunas células
esparcidas por el cuerpo sin una aportación clara a la formación de
estructuras".
En este caso, en cambio, "tenemos un nivel muy
alto de contribución de las células donantes, que forman gran parte de los
tejidos y estructuras complejas en todo el cuerpo, incluyendo la línea germinal
(la que transmite el material genético a la descendencia), lo que es muy
importante".
Zhen concretó que en el nacido vivo la contribución
de las células madre donantes a los distintos tejidos osciló entre el 21 % y el
92 % (en el cerebro), mientras que esas cifras fueron inferiores en el feto de
mono.
Los investigadores crearon nueve líneas de células
madre a partir de las extraídas de embriones blastocistos de 7 días, y
colocaron las líneas celulares en cultivo para aumentar su capacidad de
diferenciación en distintos tipos celulares.
Las células madre se habían marcado con una proteína
verde fluorescente para determinar qué tejidos contenían células derivadas de
ellas, además de hacer otras pruebas para confirmar su presencia.
Los tipos de tejido que contenían células derivadas
de CEM eran el cerebro, el corazón, el riñón, el hígado y el tracto
gastrointestinal, así como en los testículos y en las células que acaban convirtiéndose
en espermatozoides.
"En el futuro, intentaremos aumentar la
eficacia de este método para generar monos quiméricos optimizando las
condiciones de cultivo de las células madre, los cultivos de los blastocistos
donde se insertan las células madre, o ambos”, agregó el también autor Qiang
Sun.
"Un avance significativo"
Sobre las implicaciones éticas, Esteban destacó que
el proyecto se hizo "siguiendo todas las regulaciones
internacionales", en este caso las de la Sociedad Internacional de
Investigación con Células Madre (ISSCR), precisó la Academia China de Ciencias,
en un comunicado.
Sin embargo, sí lo es "si consideramos los
primates, como el macaco usado, como nosotros, lo cual acerca esta metodología
a una posible utilización en humanos, que ética, científica y técnicamente ni
sería factible hoy en día ni estaría justificada".
Además, de los 206 embriones de macaco iniciales
solo uno sobrevivió con una alta contribución quimérica de células
embrionarias, lo que es “una eficiencia muy baja, de aproximadamente el 0,5 %”,
señaló Montoliu, citado por Science Media Centre, una plataforma que ofrece
recursos científicos para periodistas.
Biológicamente es "un avance
significativo", pero en la práctica "casi todo lo que podríamos hacer
con esta técnica ya lo podemos hacer desde hace años gracias a las herramientas
(de edición genética) CRISPR".
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