Un volcán submarino es el responsable de los últimos grandes terremotos en Japón
Un monte submarino asentado sobre una placa tectónica en subducción frente a la costa de Japón, que se abre camino hacia el manto de la Tierra, puede haber sido la causa principal de varios terremotos de magnitud 7 en la escala de Richter y posteriores tsunamis que tuvieron lugar en el país oriental en los últimos 40 años. El nuevo modelo podría aplicarse para estudiar registros históricos de eventos sísmicos en otras partes del mundo.
De acuerdo a un nuevo estudio publicado
recientemente en la revista Journal of Geophysical Research: Solid Earth, un
antiguo volcán submarino ubicado sobre una placa tectónica, que se hunde frente
a la costa de Japón, puede haber desencadenado varios terremotos y tsunamis de
importancia en las últimas cuatro décadas. Los eventos eran considerados
inexplicables según los conocimientos actuales, pero los nuevos descubrimientos
muestran que pueden haberse originado cuando el monte submarino colisionó
contra otra placa tectónica situada encima de la estructura.
Se trata del volcán submarino extinto conocido como
monte Daiichi-Kashima, localizado en la placa tectónica del Pacífico,
aproximadamente a 40 kilómetros de la costa este de Japón. En ese lugar se
cruzan tres placas tectónicas: la placa del Pacífico al este y la placa
Filipinas al sur, ambas deslizándose debajo de la placa de Okhotsk al norte. El
monte submarino se ubica en una sección de la placa que inició su descenso
hacia el manto de la Tierra hace entre 150.000 y 250.000 años, según indicaron
los responsables de la investigación en un artículo publicado en Live Science.
El equipo liderado por el científico Sungho Lee
utilizó modelos numéricos para examinar la posibilidad de que los montes
submarinos actúen como asperezas débiles o fuertes, definidas como áreas a lo
largo de una falla que están estancadas en su lugar. Posteriormente, los
investigadores se basaron en datos geofísicos existentes tomados de sismómetros
en el monte submarino en subducción en la Fosa del sur de Japón, para explicar
los patrones de sismicidad en la región. Aunque las conclusiones se centran en
los terremotos japoneses, el nuevo modelo podrá utilizarse para analizar los
patrones que puedan registrarse en otras áreas del planeta.
De acuerdo a una nota de prensa de la Unión Geofísica
Estadounidense (AGU, según las siglas en inglés) el modelado sugiere que los
montes submarinos funcionan como asperezas fuertes y no débiles, refutando de
esta manera las nociones establecidas sobre este tema en la comunidad
científica. Cuando una placa tectónica se desliza o se subduce debajo de otra
placa, los montes submarinos esparcidos por su superficie “raspan” el fondo de
la placa superior. Un estudio de 2008 sugirió que esta fricción era demasiado
débil para provocar terremotos, creando sólo temblores muy pequeños.
Sin embargo, el nuevo estudio comprobó que los
montes submarinos actúan bloqueando la región cercana de una placa subductora
en su lugar, impidiendo al mismo tiempo el movimiento de ese sector mientras el
resto de la placa continúa deslizándose. Debido a este proceso, la acumulación
resultante de tensión conduce a grandes eventos sísmicos periódicos, que los
autores denominan terremotos “colgados”.
Estos eventos, que se propagan desde un monte
submarino estacionario hacia la región progresiva circundante, han generado
terremotos de magnitud 7 en la escala de Richter y posteriores tsunamis en el
área de Japón en los últimos 40 años. El hallazgo de este proceso logra
explicar por qué se generaron estos eventos extremos, que hasta el momento no
tenían ninguna explicación ni habían logrado predecirse a partir del estudio
histórico de los registros sísmicos y sus patrones regionales.
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