El cambio climático reduce el tamaño de grandes animales
El calentamiento global está reduciendo el hábitat de los osos del Polo Ártico. Si empeoran las condiciones de sobrevivencia los animales reducen su tamaño como estrategia natural para sobrevivir, dicen científicos
Hace 100 millones de años, hubiéramos tenido que
estar escapando de animales gigantes. Dinosaurios como el Pterosaurio, con sus
11 metros de envergadura, surcaban los cielos, mientras que el Spinosaurus, de
15 metros de largo, nos habría perseguido por las llanuras. Comparado con el
reptil más grande de la actualidad, el cocodrilo de agua salada mide apenas 6
metros
Nuevas investigaciones sugieren que los cambios en
el tamaño de los animales dependen de dos factores ecológicos clave: la
competencia por los recursos entre especies y el riesgo de extinción debido al
medio ambiente.
"Del mismo modo que intentamos adaptarnos al
frío o al calor en función del lugar donde vivimos, nuestra investigación
demuestra que el tamaño de los animales puede aumentar o disminuir durante
largos periodos de tiempo en función del hábitat o el entorno", afirma
Shovonlal Roy, investigador principal y modelador de ecosistemas de la
Universidad de Reading. Sus conclusiones fueron publicadas el 18 de enero de
2024 en un estudio de la revista Communications Biology.
Roy y un equipo de otros investigadores querían
cuestionar una teoría existente, conocida como la regla de Cope, sobre por qué
los animales han cambiado de tamaño a lo largo de su evolución. La regla de
Cope sugiere que muchos grupos de animales tienden a desarrollar tamaños
corporales mayores a lo largo de miles y millones de años.
Edward Cope, paleontólogo del siglo XIX, observó que
los primeros antepasados de los caballos tenían el tamaño de un perro, pero,
con el tiempo, crecieron. Con una excepción: los reptiles pasaron del tamaño de
dinosaurios gigantes a lagartos y gorriones más pequeños que una mano.
"Los cambios en los factores ecológicos ayudan
a explicar por qué los registros fósiles muestran mezclas tan confusas de
patrones de evolución del tamaño, con algunos linajes encogiéndose con el
tiempo y otros creciendo", dijo Roy.
Roy y sus colegas utilizaron modelos informáticos
para simular la evolución en distintas condiciones ecológicas y fisiológicas.
Encontraron tres escenarios distintos en los que la evolución afecta al tamaño
corporal.
En primer lugar, "cuando la competencia directa
es menor, los tamaños tienden a aumentar, aunque ser muy grandes y pocos en
número puede hacer que los animales sean más vulnerables a la extinción, como
ocurrió con los dinosaurios", explica Roy. Esto es lo que ocurrió durante
el Jurásico, cuando los dinosaurios alcanzaron proporciones descomunales.
En segundo lugar, los animales grandes, como los
dinosaurios y los mamuts lanudos, crecían para satisfacer demandas
competitivas, pero luego se extinguían debido a catástrofes medioambientales o
a la competencia con otras especies.
En tercer lugar, el modelo que descubrió lo
contrario de la regla de Cope: que las especies se reducen con el tiempo. Esto
ocurre cuando hay elevada competencia y cierto grado de solapamiento en el hábitat
y el uso de los recursos.
"En lugares y épocas donde hay mucha
competencia entre distintas especies por la comida y el cobijo, el tamaño de
los animales suele reducirse a medida que las especies se dispersan y se
adaptan a la distribución de recursos y competidores.
El estudio también ofrece una explicación de por qué
los animales siguen perdiendo tamaño. Sólo en los últimos 30 años, los osos polares
se han reducido a dos tercios de su tamaño anterior. Y no se trata sólo de los
osos polares: muchas especies de aves, anfibios y mamíferos han disminuido de
tamaño en el último siglo.
Los científicos creen que se debe a que los animales
se están adaptando rápidamente al cambio climático.
En 1847, el zoólogo Christian Bergmann propuso que
los mamíferos y las aves que vivían en climas más fríos tendían a ser más
grandes que los de climas más cálidos. Bergmann creía que eso se debía a que
los animales más grandes tienen una menor relación superficie-volumen, lo que
significa que retienen mejor el calor.
Esa podría ser la razón por la que el mamut lanudo
creció tanto: la selección natural favoreció a los animales más grandes y
resistentes al frío. Pero una vez que el planeta salió de la Edad de Hielo, los
mamuts tuvieron dificultades para adaptarse y se extinguieron, con un poco de
ayuda de los cazadores humanos.
Los científicos creen que ahora, a medida que el
planeta se calienta, se produce una selección natural hacia animales cada vez
más pequeños. Esto es especialmente cierto en el caso de los animales de las
regiones que experimentan aumentos de temperatura más drásticos, como los osos
polares del Ártico.
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