Europa se enfrenta a una posible "Era de Hielo" debido al colapso oceánico
Científicos como el profesor Stefan Rahmstorf, jefe
de análisis del sistema terrestre del Instituto Potsdam para la Investigación
del Impacto Climático, han puesto en alerta a la comunidad científica y a los
gobiernos europeos sobre una posible y drástica alteración climática en el
continente.
De hecho, un estudio de la Universidad de Copenhague
y del Instituto Niels Bohr de Noruega, publicado en la revista científica
Nature Communications, advierte sobre el posible colapso de la circulación
meridional de vuelco del Atlántico Norte (AMOC, por sus siglas en inglés) en la
próxima década, lo que podría desencadenar una nueva glaciación en gran parte
de Europa.
La AMOC es un componente vital del sistema climático
global. Para entenderlo fácilmente, este funciona como una grancinta
transportadora, moviendo el agua caliente desde los trópicos hacia el Atlántico
Norte, donde se enfría, se vuelve más densa y se hunde para volver hacia el sur
en las profundidades del océano.
Esquema
simplificado de la Circulación Meridional de Inversión del Atlántico
(AMOC)Servicio de Cambio Climático Copernicus
Este proceso, según 'El Independiente', ayuda a
equilibrar las temperaturas y el clima en Europa y otras regiones del Atlántico
Norte, pero también en las zonas cálidas del planeta. Además, oxigena el fondo
marino, lo que permite que haya vida en las profundidades.
Si bien la AMOC cumple una función reguladora, el
aumento de las temperaturas globales y el derretimiento de los glaciares,
particularmente en Groenlandia, están introduciendo grandes volúmenes de agua
dulce en el Atlántico Norte. Pero ¿cuál es el problema? Cuanto más salada es el
agua, más densa es. Al derretirse los glaciares, el agua dulce interfiere con
ambos elementos, ralentizando o incluso deteniendo el proceso de la AMOC para
hundirse.
El profesor Stefan Rahmstorf señala que hay un35% a
45% de probabilidades de que la AMOC colapse en la década de 2030. Esta
situación podría llevar a un enfriamiento severo en Europa, algo similar al
período comprendido entre los siglos XIV y XIX y conocido como la Pequeña Edad
de Hielo. Las aguas en el Atlántico Norte no se están enfriando lo suficiente y
no pueden hundirse, poniendo en riesgo todo este engranaje.
Las implicaciones de tal cambio serían extremas. Una
helada de esta magnitud no solo afectaría el clima, sino también la
agricultura, el suministro de agua, la infraestructura y la economía en
general. Se estima que, en líneas generales, habría un descenso de las
temperaturas de 3ºC por década, lo que convertiría Europa en un lugar
"inhabitable".
Además, las ciudades que no están acostumbradas a
condiciones invernales tendrían que adaptar sus infraestructuras para hacer
frente a la nieve y el hielo, ya que, como indica Antonio Turiel, investigador
científico en el Instituto de Ciencias del Mar del CSIC, "desde
Montpellier para arriba toda Europa quedaría sepultada bajo la nieve".
No obstante, la pregunta que nos compete es si hay
alguna manera de evitar este colapso, pero todo parece indicar que es
inminente. El estudio del Instituto Niels Bohr de la Universidad de Copenhague
refuerza estas preocupaciones. Sus investigaciones utilizan señales de
advertencia temprana basadas en el aumento de la varianza y la autocorrelación
para predecir cambios críticos en la AMOC. Los datos indican que la AMOC podría
colapsar entre 2025 y 2095 si continúan las tendencias actuales de emisiones y
calentamiento global.
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