Viajan a Washington dos pandas gigantes enviados por China
Este lunes 14 de octubre, dos pandas gigantes, Bao
Li y Qing Bao, emprendieron un largo viaje desde China hacia la capital de
Estados Unidos. El evento fue anunciado por la Asociación China para la
Preservación de la Fauna, destacando la importancia de este traslado tanto para
la protección de esta especie como para los lazos diplomáticos entre China y
Estados Unidos.
Bao Li, un macho de tres años, y Qing Bao, una
hembra de la misma edad, se trasladaron desde la provincia de Sichuan en jaulas
individuales repletas de bambú, su alimento principal. Este tipo de viaje es un
acto de colaboración internacional que simboliza un intento de fortalecer las relaciones
bilaterales y promover la conservación de la vida silvestre.
La llegada de los pandas a Washington es un evento
esperado con ansias por los residentes y por el Zoológico Nacional del
Smithsonian, que ha estado sin pandas desde noviembre de 2023. Bao Li y Qing
Bao, denominados carinhosamente "VIP" (Very Important Pandas),
recibirán el martes una bienvenida oficial de muy alto nivel.
La ciudad de Washington, conocida por ser el hogar
de importantes instituciones como la Casa Blanca y el Capitolio, tendrá
nuevamente la oportunidad de disfrutar de estos embajadores de la naturaleza,
quienes se han convertido en un símbolo de esperanza y diplomacia.
Washington no ha tenido pandas desde que la última
familia panda regresó a China en noviembre de 2023, tras la expiración del
acuerdo de préstamo vigente durante varios años. Este acuerdo se consideraba un
reflejo del estado de las relaciones diplomáticas entre China y Estados Unidos.
Con la llegada de Bao Li y Qing Bao, no solo se
busca restablecer una valiosa colaboración conservacionista, sino también
aliviar las tensiones bilaterales que se han intensificado en los últimos
tiempos.
El Zoológico Nacional del Smithsonian, una de las
principales atracciones turísticas de la ciudad, será el hogar temporal de los
pandas. La institución anunció en sus redes sociales: "Algo grande está
llegando a Washington", haciendo referencia al regreso de los pandas. Por esta
razón, el zoológico cerrará sus puertas al público el martes, asegurándose de
que Bao Li y Qing Bao tengan una bienvenida tranquila y sin contratiempos.
Antes de ser exhibidos al público, ambos pandas
pasarán por un periodo de cuarentena y aclimatación, que es esencial para
garantizar su bienestar. Durante este tiempo, se verificará su estado de salud
y se asegurará que estén completamente adaptados a su nuevo entorno.
Una vez superada esta fase, los visitantes del
zoológico podrán disfrutar de la experiencia de ver a los pandas, considerados
como una de las especies más icónicas y adorables del mundo.
Bao Li y Qing Bao no viajaron solos. Fueron
acompañados por un equipo especializado compuesto por veterinarios y
cuidadores, quienes se encargaron de monitorear su bienestar a lo largo de todo
el trayecto.
El viaje se realizó en un avión especial llamado
"Panda Express", que garantizó un traslado seguro y cómodo para los
animales. Este tipo de transporte es un reflejo del cuidado extremo que se les
da a estos embajadores animales, quienes no solo son queridos por sus
cualidades adorables, sino que también representan la colaboración entre dos de
las economías más grandes del mundo.
La noticia del traslado de los pandas fue dada a
conocer por la primera dama estadounidense, Jill Biden, y el Zoológico Nacional
del Smithsonian a finales de mayo. En el anuncio, la primera dama destacó la
importancia de los pandas como embajadores de paz y amistad.
La presencia de estos pandas en Washington es un
recordatorio de la importancia de la diplomacia cultural y la cooperación
ambiental entre naciones, a pesar de los desafíos políticos y económicos.
El panda gigante se ha convertido en un símbolo de
diplomacia entre China y Estados Unidos desde 1972, cuando Pekín regaló la
primera pareja de pandas al Zoológico Nacional del Smithsonian. Este regalo fue
un gesto significativo, que sucedió tras la visita histórica del presidente
estadounidense Richard Nixon a China, un evento que marcó el inicio del
acercamiento entre ambos países durante la Guerra Fría.
Los pandas, con su ternura y singularidad, han
actuado como embajadores naturales en el escenario diplomático. Bao Li y Qing
Bao, aunque jóvenes, forman parte de este legado histórico y llegan a
Washington en un momento en el que las relaciones entre China y Estados Unidos
están en una etapa delicada. Su presencia es vista por algunos como un signo de
buena voluntad y la esperanza de restaurar vínculos más estrechos y positivos.
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