Un estudio revela la dieta del primate fósil 'Theropithecus oswaldi' descubierto en Cueva Victoria
Un nuevo estudio dirigido por expertos de la
Facultad de Biología de la Universidad de Barcelona revela el patrón
alimentario del primate más abundante en el registro fósil del Pleistoceno
africano
Un estudio publicado en
la revista Journal of Human Evolution revela por primera vez la dieta del babuino
fósil Theropithecus oswaldi descubierto en Cueva Victoria, en Cartagena
(Murcia), el único yacimiento de toda Europa con restos de este primate de
cerca de 4 millones de años de antigüedad y surgido en África oriental.
El nuevo trabajo analiza
por primera vez la dieta de este primate a partir de sus únicos restos fósiles
en Europa y gracias al análisis del patrón de microdesgaste bucal de los
dientes por la ingesta de alimentos. Según las conclusiones, el patrón
alimentario de este cercopiteco —el primate más abundante en el registro fósil
del Pleistoceno en el continente africano— sería diferente de la del babuino
Theropithecus gelada, que es la especie actual más próxima filogenéticamente a
T. oswaldi. El babuino T. gelada, que habita en las montañas Simien, en el
norte de Etiopía, suele alimentarse de hierbas y tallos tiernos.
El trabajo ha sido
liderado por los profesores Laura Martínez y Alejandro Pérez-Pérez, de la
Facultad de Biología de la UB, y en él también han participado expertos de la
Facultad de Ciencias de la Tierra y de la Facultad de Psicología de la UB, así
como de la Universidad Autónoma de Barcelona,la Universidad de Alicante, el
Museo Municipal de Prehistoria y Paleontología de Orce (Granada) y la
Universidad George Washington (Estados Unidos).
Cueva Victoria: el largo viaje del babuino africano
Theropithecus oswaldi
El género Theropithecus
se expandió más allá del desierto del Sahara, desde el este hacia el norte y el
sur del continente africano. Su linaje evolutivo, presente también en algunas
áreas geográficas de Europa y Asia, llegó al límite de la desaparición hace
unos 500.000 años. Hoy día, solo estaría representado por la especie
Theropithecus gelada, un babuino que se alimenta básicamente de hierbas y
muestra un perfil ecológico más similar al de los herbívoros que al de los
primates.
En 1990, la campaña de
excavación dirigida por el paleontólogo Josep Gibert encontró en Cueva Victoria
(Cartagena) el primer resto fósil, un diente, de Theropithecus oswaldi (Journal
of Human Evolution, 1995). Esta cueva cárstica —una antigua mina de manganeso—
ha aportado restos fósiles de cerca de un centenar de especies de vertebrados y
es uno de los pocos yacimientos europeos del Pleistoceno inferior que contiene
restos de la especie humana. Fuera del continente africano, el registro fósil
del babuino fósil es muy escaso y solo se han encontrado otros restos en
Ubeidiya (Israel) y en Minzapur (India).
Las nuevas evidencias
fósiles de T. oswaldi —de entre 900.000 y 850.000 años de antigüedad— fueron
recuperadas por un equipo dirigido por los profesores Carles Ferràndez-Cañadell
y Lluís Gibert, del Departamento de Mineralogía, Petrología y Geología Aplicada
de la Facultad de Ciencias de la Tierra de la UB. La presencia de este
cercopiteco africano en el sureste de la península ibérica refuerza la
hipótesis de los modelos de dispersión de la fauna del continente africano en
Europa durante el Pleistoceno a través del estrecho de Gibraltar.
¿Cuál era la dieta del babuino fósil en el sur de la
Península Ibérica?
El análisis de las
estrías producidas en la cara vestibular de los dientes por la ingesta de
alimentos abrasivos revela que los especímenes de T. oswaldi de Cueva Victoria
«debían de tener una dieta más abrasiva que los actuales T. gelada, y más similar
a la dieta durófaga de otros primates, como los mangabeys (Cercocebus sp.) y
los mandriles (Mandrillys sphinx), que ingieren frutos y semillas, algunos de
ellos de cubiertas duras, en ecosistemas boscosos y semiabiertos», detalla
Laura Martínez, profesora del Departamento de Biología Evolutiva, Ecología y
Ciencias Ambientales de la Facultad de Biología y primera autora del estudio.
Sin embargo, otros
estudios más recientes basadosen la observación de los T. gelada de la región
de Guassa, también en Etiopía, describen una dieta más diversa, con presencia
de rizomas y tubérculos a lo largo de la estación más desfavorable. «La
diferencia encontrada entre los individuos de T. oswaldi y T. gelada —continúa
la investigadora— indica que la especialización observada en los actuales
babuinos podría ser una especialización derivada que no existía en los fósiles
de su linaje. Ello podría responder a una regresión en su nicho ecológico como
adaptación a ecosistemas alterados antrópicamente o a consecuencia del cambio
climático».
El estudio publicado en
Journal of Human Evolution se enmarca dentro del Paleobaboon Research Project,
que analiza las adaptaciones dentales y craneales de los primates de la tribu
papionini como modelo análogo a la evolución del linaje hominini, con los que
compartieron un espacio geográfico común en dataciones similares. El nuevo
trabajo sobre microdesgaste dental ha tenido el apoyo del Ministerio de
Investigación, Desarrollo e Innovación, la Generalitat de Cataluña y la
Fundación La Caixa.
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