‘Lusovenator’, la nueva especie descubierta por paleontólogos españoles y portugueses
El Lusovenator,
"cazador de Lusitania", vivió hace 145 millones de años. Es una nueva
especie descubierta por paleontólogos españoles y portugueses y supone el
registro más antiguo de la existencia en el hemisferio norte de los
carcarodontosaurios, uno de los mayores depredadores conocidos.
La nueva especie fue
catalogada a partir de los restos de dos ejemplares, un joven y un adulto,
encontrados en dos yacimientos al norte de Lisboa, separados por 25 kilómetros:
la playa de Valmitão, en Lourinhã, y la de Cambelas, en Torres Vedras.
Hasta ahora, la última
referencia de la presencia de estos carnívoros en el hemisferio norte era en el
Cretácico Inferior (hace 130 millones de años), pero el hallazgo desvela que ya
lo habitaron durante el Jurásico Superior, unos 15-20 millones antes de lo que
se conocía hasta el momento.
El nombre completo del
dinosaurio es "Lusovenator Santosi": Lusovenator significa cazador de
Lusitania, mientras que Santosi es un homenaje a José Joaquim dos Santos, el
aficionado que puso al grupo de investigadores de la Universidad Nacional de
Educación a Distancia (UNED) de España y de la Universidad de Lisboa tras la
pista del dinosaurio.
Los paleontólogos
Fernando Escaso, de la UNED, y Elisabete Malafaia, de la Universidad de Lisboa,
explican a EFE lo que ha supuesto un trabajo de casi 20 años desde que se
empezaron a estudiar los fósiles hasta que se catalogaron definitivamente como
nueva especie.
Pese a que tardaron en saberlo,
siempre sospecharon que podían estar ante algo nuevo: "Fuimos conscientes
hace unos años. Sabíamos que algo raro tenía este ejemplar. Tenía caracteres
que compartía con formas que ya se conocían, pero otros que nos decían que algo
distinto aparecía", afirma Escaso.
"En la zona de la
cola, donde salen unas vértebras, ya se vieron una serie de estructuras
laminares que recorrían las vértebras que no aparecían en otros taxones ni de
Europa ni de África. Y luego en la zona de la pelvis aparecía una cresta, que
no aparecía tampoco en ningún registro conocido", señala.
Para lamento de los
descubridores, no se ha podido hallar el esqueleto completo, cuenta Malafaia:
"Infelizmente solo partes. No es común que se descubra el esqueleto
completo. Está bien, no está completo pero está bastante bien", asegura.
Concretamente, de un
ejemplar se encontraron varias vértebras y elementos de la pelvis, y del otro
un pie prácticamente completo y una secuencia de vértebras.
En lo que se refiere a
su tamaño, estiman que el ejemplar juvenil podría rondar los 3 metros, mientras
que el adulto unos 6-7, lo que sería un tamaño medio para un grupo como el de
los Carcarodontosaurios.
"Esto no implica
que el Lusovenator tenga ese tamaño máximo, es un reptil, podría crecer y no
sabemos qué tamaño podría alcanzar. No lo sabremos hasta dentro de un tiempo si
encontramos más material", advierte Escaso.
Quedaría en principio,
eso sí, muy lejos del tamaño de otros dinosaurios del grupo como el
Giganotosaurus argentino o el Carcharodontosaurus de África, "dos
bestias" según el paleontólogo español.
Sobre las ilustraciones
que han difundido del Lusovenator, Malafaia avisa de que son meras
"aproximaciones": "son simplemente un intento de representar
cómo sería el aspecto", mientras que Escaso afirma que siempre se permiten
ciertas licencias sobre todo en lo que a colores se refiere.
En la península ibérica
ya había representación de este grupo con el Concavenator, siendo un grupo
bastante conocido en España sobre todo en periodos más recientes, en el
Cretácico.
Una península que,
señala Escaso, está caracterizada por la riqueza de sus yacimientos, los cuales
"permiten reconstruir cómo han ido evolucionando los ecosistemas con
dinosaurios en distintos periodos de tiempo".
El investigador de la
UNED destaca por encima de todos "Las Hoyas en Cuenca (donde se descubrió
al Concavenator), los niveles de Morella en Castellón, el Pirineo, el norte de
Burgos y la Comunidad Valenciana". EFE
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