Piden protección para los gorilas de la selva de Camerún
En la selva de Ebo viven primates poco comunes, entre ellos una subespecie de gorila desconocida hasta ahora. Los científicos colaboran con la población local para preservar el hábitat del ser humano y de los animales.
Objetivo del proyecto: científicos colaboran con el
"Club de Amigos de los Gorilas” para que la selva tropical de Ebo se
convierta en una zona gestionada por la comunidad, con un área reservada a los
gorilas. Con ello se pretende proteger a las especies en peligro de extinción.
Ejecución del proyecto: mediante la sensibilización
de la población y la creación del "Club de Amigos de los Gorilas” se debe
animar a los vecinos a gestionar y proteger el bosque de la mejor manera
posible. Alrededor del 90 por ciento de los antiguos cazadores furtivos son
ahora miembros del club y se ganan la vida con la agricultura.
Jean Titil, que en su día fue cazador furtivo, es
ahora un comprometido animalista y conservacionista. Titil vive en la aldea de
Iboti, una de las tres comunidades situadas en el límite de la selva tropical
de Ebo que participan en el Proyecto de investigación forestal de Ebo. Hace
ocho años, científicos de Camerún y Estados Unidos iniciaron el proyecto de
investigación.
La selva de Ebo, en Camerún, tiene una extensión de
unos 1.500 kilómetros cuadrados. Se encuentra en la cuenca del Congo y forma
parte de la segunda selva tropical más grande del mundo, después de la cuenca
del Amazonas. La zona, rica en especies, alberga primates raros, como
chimpancés y gorilas, que son presa de la caza furtiva.
El proyecto se basa en una estrecha colaboración con
los habitantes del pueblo. Los científicos sensibilizan a la población sobre
los efectos de la caza furtiva. Juntos se encargan de las observaciones
mensuales en el bosque. Allí, los científicos han descubierto una nueva
subespecie de gorila, que hasta ahora solo se había visto en el bosque de Ebo.
Basándose en las huellas, los excrementos y los nidos, pueden seguir los
movimientos de los animales. Con el apoyo de cámaras trampa, ahora tienen datos
sobre varios primates.
Para que los habitantes del pueblo se impliquen más,
han formado el "Club de Amigos del Gorila”. Cualquiera puede unirse y
participar en el seguimiento. Al mismo tiempo, los miembros reciben formación
sobre la cría de animales y la agricultura para no tener que recurrir a la caza
furtiva.
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