Pingüinos Emperadores: la especie que peligra por el cambio climático
Uno de los animales que actualmente se encuentran más amenazados por el cambio climático son los pingüinos emperadores. Estos se deslizan por el hemisferio sur caracterizándose por ser la especie de pingüinos más grande que existe pudiendo medir más de un metro de altura.
Tras pasar tanto tiempo en esta zona tan gélida del mundo, están acostumbrados a temperaturas gélidas e incluso a bajar incluso 200 metros hasta 20 minutos balo el agua del Atlántico.Sin embargo, con los constantes cambios climáticos que golpean el mundo, las temperaturas cada vez aumentan más y el hielo sobre el que viven comienza a derretirse dando lugar a que esta espcie de pingüinos haya sido incluidos en la lista de especies amenazadas por el cambio climático.
Científicas
del proyecto 'Homeward Bound', entre las que se encuentran Alexandra Dubini de
la Universidad de Córdoba (UCO), firman un artículo de opinión publicado en
'Nature' sobre los efectos de la actividad humana en la Antártida y la
necesidad de proteger dicha península
Así
lo ha indicado la institución universitaria en una nota en la que ha detallado
que son más de 12.000 kilómetros los que separan España de la Península
Antártica pero los efectos que la pesca, el cambio climático, el turismo y la
instalación de estaciones científicas están provocando sobre este pequeño oasis
de vida en la Tierra puede hacer temblar los cimientos de todo el mundo.
La
pasada semana, la investigadora Alexandra Dubini de la UCO junto a otras 288
científicas publicaron un artículo en 'Nature' en el que alertaban de la
"urgente necesidad" de proteger la Península Antártica "antes de
que sea demasiado tarde".
Todas
las firmantes pertenecen al programa 'Homeward Bound', que tiene como objetivo
crear una red de colaboración entre profesionales del ámbito de la ciencia,
tecnología, ingeniería, matemáticas y medicina para dar visibilidad a las
mujeres e impulsar el liderazgo femenino en el desafío climático.
En
el artículo, se describen los factores que están haciendo que el frágil
ecosistema de la Península Antártica se encuentre en peligro y se plantean
distintas propuestas que se debatirán en la próxima reunión anual de la
Convención para la Conservación de Recursos Vivos Marinos Antárticos (Ccrvma),
el organismo internacional que se encarga de gestionar el uso y explotación de
los recursos marinos y regula la actividad humana en la Península Antártica.
España,
que asumió la presidencia de esta organización el pasado año, tiene una gran
oportunidad para seguir la senda marcada por el Protocolo de Madrid de 1991,
que nació ante la necesidad de proteger el medio ambiente antártico y los
ecosistemas dependientes y que declaró a la Antártida como reserva natural.
Una
de las propuestas que las científicas de la 'Homeward Bound' destacan en el
artículo y que se debatirá en la reunión de la Ccrvma es la declaración de la
Península Antártica como Área Marina Protegida. Aunque reconocen que no es
suficiente para frenar los efectos de la actividad humana, sí es un primer paso
para mitigarlos.
Se
propone la prohibición de la pesca industrial de krill, muy demandado por las
piscifactorías y también como suplemento dietético de Omega-3, en la parte sur
de la península y establecer limitaciones más estrictas en la parte norte. La
captura de krill, principal alimento de muchas especies marinas australes, se
ha triplicado desde el año 2000, lo que tiene un efecto directo sobre el
ecosistema antártico.
En
este sentido, cabe señalar que incluso la pesca de cantidades pequeñas
"puede tener un gran impacto" si se hace en momentos o lugares
delicados, como cerca de una colonia de pingüinos en su época reproductora.
Estos impactos son difíciles de rastrear en un lugar tan remoto lo que
dificulta la gestión sostenible de la pesca.
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