#FRANCIA Un pueblo francés pone a la venta casas por 1 euro para evitar su despoblación

La pequeña comuna del sureste de Francia lanza un plan para atraer nuevos vecinos con viviendas a precio simbólico, pero con reformas obligatorias y condiciones estrictas

La localidad de Ambert, situada en el sureste de Francia y con apenas 6.500 habitantes, se ha sumado al grupo de pequeños municipios europeos que subastan viviendas por tan solo 1 euro. Esta medida, cada vez más extendida en zonas rurales de Francia e Italia, tiene un objetivo claro: frenar el éxodo de población y revitalizar el pueblo.

La iniciativa forma parte de un ambicioso plan de cinco años que busca atraer nuevos residentes a las zonas más abandonadas del municipio. En algunas áreas, la tasa de desocupación de viviendas llega al 60 %, lo que ha llevado al consistorio a poner en marcha esta medida como parte de un proyecto más amplio de reactivación social y económica.

Un proyecto que ya da frutos

Aunque pueda parecer una idea reciente, el programa ya ha comenzado a mostrar síntomas de éxito. En los dos últimos años, Ambert ha ganado población joven, hasta el punto de que el colegio local ha tenido que abrir una nueva clase. Además, el antiguo edificio de la Cámara de Comercio e Industria está siendo reformado y reabrirá en 2026 como espacio público y generador de empleo para los habitantes del pueblo.

Condiciones obligatorias: no todo es tan fácil como parece

Comprar una vivienda por 1 euro suena a ganga, pero implica compromisos importantes. En primer lugar, no se admiten compradores que busquen una segunda residencia. Los nuevos propietarios deberán residir al menos tres años en la vivienda una vez sea habitable.

Además, los compradores tendrán que asumir una reforma completa de la casa, que probablemente incluya desde el tejado y el aislamiento hasta las instalaciones eléctricas y de fontanería. Por ello, se exige la firma de un compromiso escrito con un calendario de ejecución de las obras. El incumplimiento de estas condiciones podría derivar en la devolución de las ayudas municipales recibidas para las reformas.

Una oportunidad real, pero no para cualquiera

Este tipo de iniciativas se enmarcan en un modelo de reutilización del patrimonio abandonado que ya ha sido replicado con éxito en localidades de Italia, España o Portugal. Sin embargo, la barrera idiomática y administrativa puede ser un reto para quienes no dominan el francés, especialmente en un proceso que requiere gestiones legales, urbanísticas y contractuales.

Desde el Ayuntamiento de Ambert animan a quienes de verdad quieran instalarse, emprender o cambiar de vida, a explorar esta oportunidad. No se trata solo de una casa barata: es una apuesta por el arraigo, la comunidad y el futuro de los pueblos europeos.

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