El tapir andino, el “fósil viviente” que es símbolo de Perú
Los especialistas le llaman «fósil viviente» porque se trata de una especie que no ha evolucionado en millones de años. Es decir, a su lado, la humanidad es un incómodo vecino que en pocos años ya amenaza su existencia por esta parte del mundo. Hablamos del tapir andino (Tapirus pinchaque).
Especialistas lo
consideran «un animal fascinante», pues esta especie ha convivido con la
megafauna ya extinguida que en su momento dominó el planeta. Vamos a conocer
algo más de esta especie, las amenazas que lo persiguen y de algunas
iniciativas para conservarlo.
En
el planeta solo existen cinco especies de tapir y en el Perú habitan dos de
ellas. Nos referimos al citado tapir andino y al amazónico o sachavaca (Tapirus
terrestris). Desde el Perú precolombino, ambas especies gozaban de relevancia
sociocultural, biológica y económica. El tapir andino, llamado también tapir de
montaña, danta o pinchaque, es el más pequeño y quizás el menos estudiado de
las dos especies presentes en el Perú.
Desde
el punto de vista científico, el tapir andino es considerado un “fósil
viviente” pues no ha cambiado significativamente en los últimos 20 millones de
años; mientras que, desde el punto de vista ecológico, la conservación de los
hábitats de esta especie generará un valioso potencial para ofrecer bienes y
servicios a los pobladores locales, lo cual evidencia su importancia desde el
punto de vista socioeconómico y cultural.
Hablamos
de un animal herbívoro, cuyo hábitat comprende parte de los territorios del
Perú, Ecuador y Colombia. Figura como extinto en Bolivia y Venezuela, según la
Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). En nuestro
país, es posible encontrarlo en áreas protegidas como los que hay en la región
Cajamarca. Hablamos del Bosque de Protección Pagaibamba, y en el Santuario
Nacional Tabaconas-Namballe. En este último lugar se han registrado sus
movimientos con cámaras trampa durante la noche.
En
el Perú, esta especie habita en los bosques montanos, páramos y yungas del
departamento de Piura (provincias de Ayabaca y Huancabamba), en Cajamarca
(provincias de Jaén y San Ignacio) y en Lambayeque (provincia de Ferreñafe). Se
estima una población de 2500 individuos dentro de 3000 kilómetros cuadrados de
hábitat para esta especie entre Colombia y el norte del Perú. Según el Serfor,
la población de este animal en nuestro país se calcula en 420 individuos.
No
hace mucho, es decir en el mes de junio del año pasado, un ejemplar fue
avistado en el Área de Conservación Privada Chicuate-Chinguelas, provincia de
Huancabamba, en el departamento de Piura. Según la publicación en Facebook del
grupo Naturaleza y Cultura Internacional Perú, un grupo de guardabosques lo
avistó en esta zona montañosa ubicada en la comunidad campesina Segunda y
Cajas. Las imágenes del tapir fueron captadas por el fotógrafo Juan Ismael
Pusma.
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