Una colisión estelar crea una explosión de supernova nunca vista hasta ahora
Los astrónomos han encontrado pruebas de que un agujero negro o una estrella de neutrones se abrió paso en espiral hacia el núcleo de otra y provocó que esta explotara como supernova, un suceso sobre el que existían teorías, pero que hasta ahora no se había identificado.
El equipo, que publica hoy sus resultados en
Science, usó datos del proyecto VLASS (Very Large Array Sky Survey) de
observación del cielo, que tiene entre sus objetivos localizar objetos
transitorios.
"De todas las cosas que pensábamos descubrir
con VLASS esta no era una de ellas", señaló uno de los autores del estudio
Gregg Hallinan del Instituto Tecnológico de California (Caltech).
Las supernovas normales se producen cuando una
estrella masiva agota su combustible y ya no puede soportar su propia gravedad,
por lo que su núcleo colapsa sobre sí mismo, desencadenando una explosión de
supernova, que deja tras de sí una estrella de neutrones o un agujero negro.
Como la mayoría de las estrellas masivas nacen en
sistemas binarios, esos objetos compactos resultantes de la explosión pueden
permanecer en órbitas cercanas con sus estrellas compañeras y potencialmente
entrar en espiral hasta fusionarse, pero este tipo de evento no se había
observado hasta ahora.
Analizando datos de VLASS, del telescopio Keck de
Haway y de la Estación Espacial Internacional, el equipo logró reconstruir la
historia "de una danza de la muerte que duró siglos entre dos estrellas
masivas", relata el estadounidense Observatorio Nacional de Radioastronomía
en un comunicado.
El inicio fueron dos estrellas que nacieron como una
pareja binaria y orbitaban de manera muy próxima. Una de ellas, que era más
masiva, evolucionó más rápidamente y explotó como supernova, dejando tras de sí
un agujero negro o una estrella de neutrones superdensa.
La órbita de aquel agujero negro o estrella de
neutrones se fue acercando cada vez más a la de su compañera y hace unos 300
años entró en la atmósfera de esta.
Finalmente, el agujero negro o la estrella de
neutrones se abrió paso hacia el núcleo de la estrella compañera,
interrumpiendo la fusión nuclear que producía la energía que impedía que el
núcleo se colapsara por su propia gravedad.
Al colapsar el núcleo, se formó brevemente un disco
de material que orbitaba estrechamente alrededor del intruso y propulsó un
chorro de material hacia el exterior del disco a velocidades cercanas a la de
la luz, abriéndose paso a través de la estrella.
"Ese chorro es el que produjo los rayos X
vistos por el instrumento MAXI a bordo de la Estación Espacial Internacional, y
esto confirma la fecha de este evento en 2014", dijo el autor principal
del estudio Dillon Dong, del Caltech.
El colapso del núcleo de la estrella provocó su
explosión como supernova y aunque igualmente iba a explotar en algún momento,
esa fusión aceleró el proceso.
"Todas las piezas de este rompecabezas encajan
para contar esta increíble historia", dijo Hallinan, el remanente de una
estrella que explotó hace mucho tiempo se precipitó sobre su compañera,
haciendo que esta también explotara. EFE
.-
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