El cambio climático está detrás de la muerte masiva de delfines rosados en el Amazonas

La Amazonía, la selva tropical más extensa del mundo que se ubica en América del Sur, se enfrenta a una tragedia ambiental sin precedentes: la muerte de más de 200 delfines rosados en el lago Tefé, sobre todo después de la sequía devastadora del año 2023.

Este evento desencadenó una intensa investigación por parte de científicos que buscan entender si el cambio climático, exacerbado por la actividad humana, es el responsable de la pérdida masiva de esta especie en peligro de extinción.

En octubre de 2023, la selva amazónica experimentó la sequía más prolongada y extrema registrada hasta la fecha, un fenómeno que, según el World Weather Attribution, fue 30 veces más probable debido a las consecuencias casi inmediatas del cambio climático.

Este evento no solo redujo drásticamente los niveles de agua en el lago Tefé, conocido como el "santuario de los delfines rosados", sino que también provocó un aumento de la temperatura del agua, superando los 39°C. Este fenómeno podría haber sido fatal para los delfines de agua dulce, una de las pocas especies de este tipo que aún sobreviven en el planeta.

El Instituto de Desarrollo Sostenible Mamiraua tomó la iniciativa de investigar las causas exactas de esta tragedia. Con el objetivo de evitar que un evento similar ocurra en el futuro, los científicos implementaron una serie de medidas para analizar a los delfines sobrevivientes.

Esto incluye la inserción de chips y la realización de análisis de sangre para determinar si el calor extremo o la presencia de toxinas en el agua fueron los factores decisivos en la muerte de los animales.

Según informaron los locales a Reuters, “Los delfines, que están en peligro de extinción, fueron llevados a la costa para realizarles análisis de sangre y otros exámenes y devueltos al lago Tefé, en la cuenca del Amazonas, tan pronto como los investigadores terminaron su trabajo”.

Miriam Marmontel, investigadora del Instituto, señaló que la combinación de factores ambientales, como el aumento de la temperatura y la posible presencia de biotoxinas, pudo haber generado un estrés significativo en los delfines, llevándolos a la muerte. "Los resultados actuales pueden ser indicativos de estrés por calor, sin descartar otras posibilidades como la presencia de una biotoxina", indicó Marmontel.

La crisis climática que afecta a la Amazonía tiene repercusiones que van más allá de la región. Como uno de los mayores sumideros de carbono del planeta, este sitio juega un papel importante en la absorción de emisiones contaminantes.

Sin embargo, estudios recientes de Amazon Conservation revelaron que la deforestación y otros factores podrían comprometer esta capacidad, convirtiendo a la selva en una fuente neta de emisiones de CO2 si se supera un punto crítico.

"Si protegemos el bosque, éste seguirá actuando como el mayor sumidero de carbono terrestre del mundo", explicó Regina Rodrigues, profesora de la Universidad Federal de Santa Catarina, Brasil. "Pero si permitimos que las emisiones inducidas por el hombre y la deforestación lo empujen a superar el punto crítico, liberará grandes cantidades de CO2".

La única solución, según coinciden científicos de todo el mundo, es reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero. "Debemos proteger la selva tropical y abandonar el uso de combustibles fósiles lo más pronto posible", concluyó Rodrigues.

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