Descubiertas nuevas pinturas rupestres en el Parque Nacional de Ordesa
Un grupo de arqueólogos ha descubierto unas pinturas rupestres en la Espluca as Faixas, en el interior del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, con diversos motivos en color rojizo entre los que sobresalen una figura antropomorfa y otra serpentiforme.
Según informa la comarca altoaragonesa del Sobrarbe,
estas pinturas se suman a otras descubiertas anteriormente en las zonas de
Góriz, San Úrbez y O'Lomar, hasta constituir un conjunto de importancia en el
ámbito de distribución del arte levantino y esquemático en la cordillera pirenaica.
Esta intervención se añade a las acciones ejecutadas
a lo largo de este año en el marco del proyecto "Arqueología del
pastoralismo en el Bien Pirineos-Monte Perdido", que se centran en las
excavaciones realizadas en el yacimiento prehistórico de Coro Trasito, en
Tella-Ordesa.
"La excavación se ha centrado en el estudio de
un nivel de hábitat humano de la cueva datado entre el 4700 y 4650 antes de
Cristo, durante el Neolítico antiguo", explica el doctor Ermengol Gassiot,
de la Universidad Autónoma de Barcelona y del Grupo de Arqueología de Alta
Montaña (GAAM).
Según este experto, en este período la cueva se
utilizó como lugar de vida humana y trabajo, dados los abundantes restos de
alimentos, fauna doméstica y salvaje, recursos vegetales, adornos y cerámica.
A juicio de este arqueólogo, "éste es uno de
los escasos niveles de hábitat humano del Neolítico antiguo excavado en
extensión en todo el Pirineo y, sin duda, el que presenta un mayor volumen de
materiales por encima de los mil metros de altitud".
"Además, supone un aporte muy relevante a la
comprensión de las cuevas redil desde la arqueología prehistórica, que
generalmente se han entendido casi exclusivamente como lugares de estabulación
de ganado", apostilla Gassiot.
A poco más de un kilómetro de Coro Trasito se han
realizado diversas dataciones de carbono 14 en la cueva de Artiga Vitorián,
efectuadas en su mayoría sobre huesos de fauna doméstica, sobre todo de ovejas
y cabras y que han arrojado la misma cronología del yacimiento de Coro Trasito.
A juicio de este investigador "la proximidad de
ambos yacimientos es excepcional en un contexto de montaña pirenaica porque
revoluciona los conocimientos del proceso de introducción de la ganadería y la
agricultura en el Pirineo a inicios del Neolítico y otorga un valor patrimonial
excepcional al valle de Puértolas, que puede considerarse casi como el primero
del Neolítico Antiguo" en la cordillera.
Otra de las actuaciones llevada a cabo este
ejercicio ha consistido en la excavación de la mallata FL-009, situada a 2170
metros de altitud en el valle de Góriz, también en el Parque Nacional de Ordesa
y Monte Perdido.
Este trabajo ha posibilitado la documentación de los
momentos de ocupación del citado yacimiento, previamente datado en 2018 en la
alta Edad Media (el más reciente) y en la Edad del Bronce (el más antiguo).
Junto con fragmentos de cerámica, se recuperaron
restos faunísticos entre los que sobresale el fragmento de una mandíbula de
vaca doméstica, un hallazgo que plantea la existencia de una ganadería de
vacuno en el valle en época prehistórica, durante la Edad del Bronce, hace algo
más de 3.000 años.
Estas investigaciones, llevadas a cabo por el Grupo
de Arqueología de Alta Montaña (GAAM) se enmarcan en un proyecto impulsado por
la Comarca de Sobrarbe bajo el título "Estudio y difusión del pastoralismo
en el bien Pirineos Monte Perdido".
En esta intervención, financiada por el Ministerio
de Cultura, participan la comarca de Sobrarbe, el Ayuntamiento de Tella-Sin, el
Centro de Estudios de Sobrarbe, el Gobierno de Aragón, la Universidad Autónoma
de Barcelona o la Institución Milá i Fontanals del CSIC, entre otras
instituciones.
.-
Comentarios
Publicar un comentario