La NASA planea una misión interestelar de 100 años

 

Las misiones espaciales son siempre a largo plazo. Ralph McNutt del Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins (JHU-APL) en los Estados Unidos (EE. UU.) Y sus colegas acaban de publicar una propuesta detallada para futuras sondas interestelares.

La Agencia Espacial Estadounidense (NASA) tiene un vehículo que ha sobrevivido a 40 años de exploración del espacio exterior. La sonda Voyager 1 es una de las naves espaciales más antiguas y el objeto creado por el hombre más distante de la Tierra. Esta nave espacial sigue haciendo ciencia en el espacio desde que fue lanzada hace 40 años.

Las Voyager 1 y 2 hicieron historia en la década de 2010 cuando dejaron una burbuja de gas caliente que rodeaba al Sol, llamada heliosfera. La nave ha entrado en el medio interestelar, una región del espacio dominada por partículas, polvo y campos magnéticos generados por otras estrellas. Sin embargo, la Voyager no es una misión interestelar.

La Voyager 1 ha cruzado unos 23 mil millones de kilómetros o 155 veces la distancia del Sol. La Voyager le ha estado contando a la humanidad cosas nuevas sobre el entorno galáctico en el que reside el Sol. La Voyager fue diseñada originalmente para estudiar los planetas exteriores, como Júpiter, Saturno, Neptuno y Urano, que completaron de manera espectacular.

“La Voyager tiene instrumentos a bordo adaptados para la exploración planetaria. No tienen instrumentos especiales para comprender realmente los procesos en el borde de la heliosfera “, dijo Elena Provornikova de JHU-APL.

Cabe señalar que la misión Voyager no es una misión interestelar. El sistema estelar más cercano está demasiado lejos para que lo alcancen las sondas operativas con tecnología Voyager. Sin embargo, la nave espacial se convertirá en un eterno explorador en la brecha entre las estrellas.

Ahora, la NASA tiene algo nuevo que investigar. El nuevo estudio comenzó a instancias de la división de heliofísica de la NASA. El concepto de trabajo es una nave espacial de 850 kg, equipada con sensores para medir parámetros como partículas cargadas y neutrales, campos magnéticos y polvo. Se trata de una sonda interestelar propuesta para investigar sistemas interestelares.

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