El rover Rosalind Franklin de la ESA, listo para viajar a Marte
El rover Rosalind Franklin de la ESA, integrante de la misión conjunta con Roscosmos Exomars 2022, tiene todos sus instrumentos listos para volar a Marte, a falta de unas pruebas menores este mes.
"El rover está listo y, junto con el éxito
reciente de la prueba de caída de los paracaídas, estamos seguros de que
llegará a tiempo para la fecha de lanzamiento en septiembre", dice en un
comunicado Pietro Baglioni, líder del equipo del rover ExoMars de la ESA.
Solo una vez cada dos años y durante unos diez días,
la mecánica celeste permitiría que la nave espacial llegara a Marte desde la
Tierra en el menor tiempo posible, unos nueve meses.
Rosalind Franklin ahora se encuentra en una
habitación ultralimpia en las instalaciones de Thales Alenia Space en Turín,
Italia, justo al lado de su compañera de viaje, la plataforma de aterrizaje de
Kazachok, fabricada por Roscosmos.
Luego de una revisión final a fines de marzo, todos
los componentes de la nave espacial (rover, módulo de descenso, plataforma de
aterrizaje y portaaviones) se trasladarán al sitio de lanzamiento en Baikonur,
Kazajstán, para prepararse para el despegue en un cohete Protón-M, que tiene
una ventana entre el 20 de septiembre y el 1 de octubre.
"Justo antes de ese último viaje en la Tierra,
cargaremos la versión final del software que permitirá al rover explorar Marte
de forma autónoma", explica Baglioni.
Después del angustioso descenso a la superficie de
Marte, será cuando Rosalind Franklin abandone la plataforma de aterrizaje y
conduzca hacia el suelo marciano por primera vez. La salida de Kazachok es un
movimiento cuidadosamente coreografiado que los ingenieros están ensayando en
la Tierra.
El gemelo del rover Rosalind Franklin de la ESA ha
abandonado con éxito la plataforma durante las pruebas recientes en un
simulador de terreno de Marte en las instalaciones de ALTEC en Turín.
Si bien la conducción durante estos ejercicios lleva
unos 15 minutos, todo el proceso durará unos días marcianos. Después de
aterrizar, el rover estará ocupado durante más de una semana desplegando sus
ruedas y desplegando el mástil, entre otras comprobaciones.
La plataforma de aterrizaje tiene dos rampas de
salida: una en la parte delantera y otra en la parte trasera. Rosalind Franklin
está diseñado para sortear pendientes pronunciadas en las rampas, pero depende
del control de tierra en la Tierra decidir cuál es la forma más segura de
salir.
Los equipos han resuelto problemas críticos trabajando
en paralelo, como el sistema de paracaídas y la electrónica del módulo de
descenso, con suficiente margen para un lanzamiento en septiembre de 2022. Los
preparativos para el lanzamiento han comenzado en Baikonur, y un equipo de
soporte dedicado está en el centro de ESOC en Darmstadt, Alemania.
El Orbitador de Gases Traza (TGO) ESA-Roscosmos está
esperando la llegada de ExoMars al Planeta Rojo. Además de su propia misión
científica, el orbitador transmite datos del rover Perseverance de la NASA.
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