¿Algún día se podrá viajar en el tiempo?

 

¿Qué te gustaría más viajar al pasado o al futuro? ¿Y si pudieras usar una máquina del tiempo para volver atrás qué cambiarías de la historia? Los viajes en el tiempo es uno de los temas recurrentes de la ciencia ficción, pero la Física tiene mucho que decir al respecto al menos desde una perspectiva teórica.

Cualquier pequeña modificación del pasado, podría afectar al presente. Por eso, explica Javier Santaolalla, podemos clasificar las historias de viaje en el tiempo hacia el pasado en dos grupos, las que modifican el estado presente y las que no lo modifican. Las que lo modifican, generan paradojas. “Luego hay otro tipo de historias, que a los físicos nos gustan más, porque si respetan las leyes de la Física y no generan paradoja, que son las curvas temporales cerradas. Son historias que se completan a sí mismas”.

Este tipo de curvas temporales, paradojas y universos paralelos son la base argumental de muchas películas de cine, que han tratado de adaptar estos conceptos físicos al género de la ciencia ficción. La serie alemana Dark, los capítulos de el Ministerio del tiempo, o películas como Regreso al futuro o Atrapado en el tiempo, son solo algunos ejemplos de los muchos que hay.

El científico inglés Stephen Hawking se propuso realizar un experimento para demostrar que no hay viajeros del futuro entre nosotros. Estaba convencido de que los viajes en el tiempo no eran posibles y propuso una hipótesis que se conoce como la conjetura de la protección cronológica, que sostiene que las leyes de la Física conspiran para impedir la formación de curvas temporales cerradas e impedirían el viaje en el tiempo en cualquier escala que no sea submicroscópica.

Para demostrarlo organizó una fiesta en su casa para los viajeros del futuro. El 28 de junio de 2009, a las 12 de la mañana, Stephen Hawking celebró una fiesta pero no avisó a nadie antes de hacerla. Lo que hizo fue avisar públicamente de que la había celebrado unos días después, e invitó a todo el que quisiera pasarse.

“Un agujero de gusano es un túnel que conecta dos regiones del espacio tiempo”, señala Enrique Fernández Borja, físico teórico. El problema con estos agujeros de gusano es que para que se mantengan abiertos y estables, necesitamos un tipo de energía que se llama energía exótica o materia exótica, que no se encuentra en el universo de manera natural, a no ser que sea escalas cuánticas.

“Necesitaríamos una gran cantidad de materia o energía que produjera repulsión gravitatoria para mantener las bocas abiertas del agujero negro y el túnel sin colapsar”, apunta el experto, quien lantea una cuestión básica: ¿podemos encontrar en el universo materia que nos pueda generar un agujero de gusano?

“En los últimos estudios se está viendo que si combinamos efectos cuánticos con las soluciones de la relatividad general, podemos llegar a conseguir agujeros de gusano que se mantengan abiertos, es decir, que sean transitables”, añade.

Enrique Fernández Borja asegura que en la actualidad se están estudiando cosas que son absolutamente extremas dentro de la Física, como los viajes en el tiempo o encontrar agujeros de gusano. La idea es que todo lo que se va aprendiendo en el transcurso de estos estudios se vayan aplicando a otros campos del conocimiento como apoyo a la ciencia básica.

https://www.rtve.es/television/20220214/orbita-laika-podcast-algun-dia-se-podra-viajar-tiempo/2283420.shtml

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