Científicos españoles descubren un nuevo parásito que podría explicar el origen de los animales
El investigador del grupo de Biología Celular en Toxicología Ambiental y Patología Animal de la Universidad del País Vasco (UPV)/EHU en CEFAS/OIE, Ander Urrutia, ha analizado “la gran diversidad oculta de organismos parásitos unicelulares en la zona intermareal en ecosistemas costeros de climas templados, con el objetivo de tratar de ver dónde se encuentran, cómo es su ecología, cómo se comportan, etc.”.
El ADN ambiental (eDNA) es una de las técnicas
utilizadas para conseguir este objetivo: se trata de una técnica que consiste
en “extraer el ADN contenido en una matriz orgánica o ambiental, por ejemplo en
un organismo o en muestras de agua de mar previamente filtradas”.
En concreto, Urrutia se centró en los organismos que
parasitan a los invertebrados: “Hay muchísimos parásitos sin identificar,
encontramos nuevas secuencias de ADN e inferimos su comportamiento en función
de su similitud genética con otros parásitos, pero no sabemos realmente qué
son”.
Al clasificar los parásitos unicelulares encontrados
en las muestras, el investigador del Departamento de Zoología y Biología
Celular Animal encontró un “a priori parásito poco conocido, que por sus
características no encajaba en ningún grupo existente. Tuvimos que hacer unos
análisis moleculares que confirmaron que era un organismo diferente”, afirma.
Una vez que habían producido varios árboles
filogenéticos, es decir, después de comparar el ADN de este organismo con el de
sus parientes más cercanos posibles, observaron que se trataba de un organismo
que pertenece a un linaje primitivo que está cercano al punto en el que los
animales y los hongos se diferenciaron.
“Está cerca del momento evolutivo en que un
organismo unicelular se diferenciaba para dar lugar a todos los animales que
existen, poco tiempo después se iba a diferenciar otro organismo celular
similar para finalmente evolucionar a todos los hongos que existen”, explicó
Urrutia.
Txikispora
philomaioses es un protista (un organismo eucariota unicelular) que evolucionó
poco después de la división que emprendió el ancestro común de los animales y
los hongos, antes de que se desarrollara su pluricelularidad.
Asimismo, afirma que todos los animales y hongos del
mundo provienen del mismo organismo celular que probablemente estuvo presente
en el océano hace cientos de millones de años. “En algún momento comenzó a
agregarse y duplicarse, mientras que sus células se especializaron para formar
tejido y, finalmente, un cuerpo, desde una medusa microscópica hasta una enorme
ballena azul”, explicó el investigador.
Dado que el reordenamiento genético que sufren los
parásitos a menudo difiere del de sus parientes de vida libre, el estudio de
este parásito y su genoma contribuirá a comprender cómo se desarrolló la
pluricelularidad animal, cuándo y cómo las células comenzaron a comunicarse,
unirse o especializarse entre sí, formando organismos cada vez más complejos.
El desarrollo de la pluricelularidad animal es muy
importante desde el punto de vista de la biología básica”, añade Urrutia, que
ha realizado la investigación en el CEFAS de Reino Unido, en la Estación Marina
de Plentzia (PIE) y en el Instituto de Biología Evolutiva (IBE/ CSIC).
Así como señala Urrutia, “Txikispora no es sólo una
nueva especie, también da nombre a un nuevo género, una nueva familia, un nuevo
orden, etc. Es decir, ahora tenemos la nueva familia Txikisporidae, una con
bastantes secuencias crípticas, es decir, fragmentos de ADN desconocidos que se
parecen mucho a Txikispora y que también podrían pertenecer a parásitos, aunque
no sabemos dónde están ni qué animales que podrían parasitar”.
“Muchos de ellos están presentes en los ecosistemas
acuáticos de Europa, pero no sabemos nada más sobre ellos. Esa es otra línea de
investigación que me gustaría seguir”, añade.
Los investigadores de la UPV/EHU fueron los
encargados de nombrar a este parásito que adoptó el nombre de Txikispora por
tratarse de una espora pequeña, y philomaios por el hecho de que el parásito
sólo aparecía unos días durante el mes de mayo, por lo tanto 'espora amante de
mayo'.
Por último, explica la dificultad para ubicarlo
filogenéticamente en su grupo correspondiente, pues fue difícil para
encontrarlo en el agua de mar: "Llevábamos un ganso salvaje hasta que nos
dimos cuenta de que solo se encuentra en la comunidad de anfípodos durante unos
días durante este mes; es como si el parásito hubiera desaparecido el resto del
año", concluye Urrutia.
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Referencia:
https://www.animalshealth.es/profesionales/espanoles-descubren-nuevo-parasito-podria-explicar-origen-animales
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