El lince ibérico sale de la extinción

 

El lince ibérico, denominado científicamente Lynx pardinus, es un felino que se caracteriza por su gran tamaño -más grande que un gato montés- de unos 20 kilos de peso; el felino más grande de Europa. De color pardo-moteado, prominentes patillas en ambos lados de la cara, cola corta y unos penachos a modo de pinceles que se encuentran situados en la cúspide del cartílago auditivo, que es lo que más le caracteriza.

El lince ibérico se está extinguiendo y no solamente debido a la coacción humana sino también a la escasez de especies lagomorfas, término científico que proviene del latín científico Lagomorpha (conejos), que significa forma de liebre, que constituyen la base de su dieta trófica sin desdeñar como predador a especies fasiánidas (perdices), incluso mamíferos artiodáctilos de la familia cérvidos (ciervo común), y otros vertebrados. El propio Miguel Delibes, doctor en Ciencias Biológicas y profesor de investigación de la Estación Biológica de Doñana, que lleva investigando al lince ibérico más de 25 años, manifestó que estas causas son las que más están diezmando a este mamífero. Lo cierto es que el lince se nos está yendo de las manos y hay que frenar su extinción.

Recordemos que en las proximidades del Parque Nacional de Doñana, hace unos años, fue abatido por un furtivo un lince ibérico. Pero además se trataba de uno de los ejemplares de un proyecto precioso bajo la dirección del antedicho doctor Miguel Delibes. El lince iba equipado con un radiotransmisor para poder tener un seguimiento. El primer lince al que se dotó de radiotransmisor y que nos enseñó mucho sobre la biología de la especie fue el lince “Ramón” que se hizo famoso en ámbitos naturalistas. Este lince llevaba en el radiotransmisor un dispositivo que permitía a los biólogos que lo seguían desde la Estación Biológica de Doñana, saber si estaba vivo o si había sufrido algún accidente por lo que se tuvo noticia de su muerte de forma fulminante. Recibió un disparo de escopeta literalmente a medio metro. Se supone que salía de algunos matorrales, un cazador lo sorprendió, quizás inconscientemente y, disparó. La pérdida de efectivos es impresionante. Quedan muy pocos linces ibéricos en España.

Las fincas que se gestionan para la caza conservan mejor la fauna que las que no se gestionan. Son los propios cazadores quienes tienen que intervenir para que estas otras personas que no merecen ese nombre no hagan estos desmanes. Esto querría ser una llamada bastante angustiosa a los cazadores para que ellos desde dentro de sus circuitos pues divulguen, recuerden, que quien quiera llamarse cazador debe tener muy claro el “Libro Rojo de las Especies Protegidas”, y debe saber que pierde su noble nombre si hace una tropelía de este tipo. Los cepos han causado infinidad de mutilaciones en muchos ejemplares del lince ibérico que actualmente se encuentran incapacitados para volver a ser puestos en libertad. Los atropellos continúan y cada vez quedan menos linces. El furtivismo continúa diezmando la especie. Los ejemplares incapacitados para su puesta en libertad, debido a las mutilaciones sufridas por los cepos, son destinados para la reproducción en cautividad.

Ahora se está emprendiendo un programa de reproducción en cautividad, concretamente en el zoológico de Jerez de la Frontera, con el objetivo de preservar a esta especie de la extinción. Una vez más, un zoológico contribuirá a preservar de la extinción al felino más amenazado del mundo -el lince ibérico-, joya preciosísima de nuestro patrimonio natural y zoológico.

Debido a la situación actual que está esquilmando al lince se están buscando crías de lince ibérico para evitar el fallecimiento de éstas, puesto que las hembras no encuentran sustento para alimentar a los cachorros y muchos perecen por desnutrición. Muchas crías de lince ibérico han subsistido al haberlas criado en cautividad. También se encontró un cachorro de lince abandonado con síntomas de desnutrición que, posteriormente, fue recuperado en cautividad. A este cachorro se le bautizó con el bonito nombre de “Esperanza”, un simbolismo para la recuperación del lince ibérico. También continúa el atropello a linces. Si tenemos en cuenta que se calcula que quedan unos 600 ejemplares vivos en toda España, esto supone una verdadera hecatombe. La razón continúa siendo el atropello. Los atropellos de linces y otras especies protegidas se están convirtiendo en una de las primeras causas de mortalidad. Se pide que se mejoren los pasos subterráneos, y que los vehículos disminuyan todo lo que haga falta su velocidad cuando pasan por estos enclaves maravillosos de la naturaleza. El furtivismo sigue actuando y uno de los linces muertos mostraba deterioros en su collar producidos por mordedura de perros.

Para conocer el estado de las zonas linceras en España, se han ido colocando en puntos estratégicos de los ecosistemas, cámaras fotográficas para la captación de imagen con el fin de intentar averiguar el estado del lince en las pocas sierras de España en las que todavía habita. Este método ha dado buenos resultados, porque han sido fotografiados todo tipo de ejemplares. También se está criando conejos en cautividad con el objetivo de proceder a su suelta en zonas linceras.

El último censo reciente del lince ibérico, indica que la especie ya ha salido de la extinción. Ahora hay 1.100 ejemplares. Aunque la especie sigue siendo vulnerable. La época de reproducción comienza en el mes de diciembre, y se prolonga hasta el mes de febrero.

https://www.levante-emv.com/comunitat-valenciana/2022/02/20/lince-iberico-sale-extincion-62964564.html

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