Los caballos medievales no eran como los imaginamos sino más bien ponis
El debate sobre cómo eran realmente las monturas bélicas en la Edad Media sigue siendo una cuestión abierta que no cuenta con una respuesta clara según la iconografía o los textos de la época.
Existen muchos indicios y claves que apuntan a que
el tamaño real de los caballos destinados a la guerra no se corresponde con lo
que todos tenemos en mente, empezando por las propias monturas y guarniciones
de la época. Las armaduras de caballos medievales en las exhibiciones de los
museos a menudo ni siquiera se ajustan a los modelos grandes de caballo sobre
las que se colocaban. Los huesos también parecían mucho menores y las
herraduras que se han conservado hasta nuestros días también son pequeñas.
Además, es frecuente encontrar en el arte medieval representaciones de
guerreros montados cuyas piernas cuelgan bastante bajas respecto a sus
monturas.
Todos estos indicios abrieron un dilema entre los
expertos que no se terminaba de cerrar debido a que encontrar fósiles de este
tipo de caballos en el registro zooarqueológico resulta muy difícil. Por otro
lado, sabemos que los miembros de la realeza solían llevar registros detallados
de sus caballos, algunos de los cuales se han conservado hasta nuestros días.
En estos documentos se incluían los nombres, el color, y hasta su precio o
cuánto y qué comían… desafortunadamente, en ninguno de los textos conservados
se registró el tamaño.
Para ofrecer algo de luz a todas estas dudas
contamos con un estudio, publicado recientemente en el Journal of
Osteoarchaeology, en el que investigadores de la Universidad de Exeter en el
Reino Unido han examinado los datos derivados de las excavaciones arqueológicas
de unos 2000 caballos medievales, procedentes de 171 sitios diferentes, para
ver si podían sacar algunas conclusiones sobre el tamaño del caballo. Los
restos datan, aproximadamente, del año 800 al año 1500 (aunque incluyen también
algunos caballos de la época romana y pos medieval), para posteriormente
compararlos con los tamaños de los caballos modernos.
“Casi todos los caballos medievales que se
utilizaban en batalla eran técnicamente ponis tal y como hoy los entendemos”
explica Alan Outram, arqueólogo de la Universidad de Exeter y autor principal
del estudio. “Los caballos que superaban el metro y medio de altura eran
extremadamente raros en estos siglos y no fue hasta el siglo XVI cuando su
altura promedio aumentó, dando lugar a razas más altas y a los caballos de tiro
modernos que conocemos en la actualidad”.
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Referencia:
https://es.noticias.yahoo.com/caballos-medievales-ponis-pequenos-105907439.html
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