Se conserva un bloque de lava en La Palma con restos humanos y nadie sabe aún por qué
Hace más de 50 años, un grupo de investigadores halló en La Palma un yacimiento arqueológico único: en la necrópolis funeraria de La Cucaracha, en el municipio de Mazo, encontraron vasijas prácticamente enteras, huesos humanos quemados y trozos de lava mezclados con restos óseos. Se trata de un descubrimiento inédito del que aún se desconoce su origen.
Una de las hipótesis apunta a que una erupción
volcánica pudo haber arrasado el lugar hace miles de años. El historiador y
arqueólogo palmero Felipe Jorge Pais, jefe de la Sección de Patrimonio
Histórico y Arqueológico del Cabildo, espera que pronto se pueda dilucidar qué
fue lo que realmente ocurrió.
Lo primero que se pensó fue que una colada sepultó
la necrópolis. Pero en la década de los 90 un grupo de geólogos, entre quienes
se encontraba el reputado vulcanólogo Juan Carlos Carracedo, investigó el lugar
y determinó que no se había producido ninguna actividad volcánica en los
alrededores del yacimiento. Cuando los expertos analizaron la edad de los
huesos hallados mediante el análisis de carbono 14, estimaron que tendrían una
edad de más de mil años, así que nacía otra hipótesis: que hubieran sido
trasladados de un punto a otro de la isla.
Se planteó la posibilidad de que la erupción de La
Malforada, originada en Cumbre Vieja en el siglo XI, fuera la causa de los
trozos de lava con restos óseos. Sin embargo, en los años 2014 y 2015 nuevas
excavaciones en La Cucaracha encontraron no solo un bloque de estas
características, sino muchos más. Y de diferentes tamaños. Algunos de ellos tan
pequeños que sería impensable pensar que los benahoritas, como se conoce a los
antiguos habitantes de La Palma, cargaran con ellos. “La erupción de La
Malforada se produjo a ocho kilómetros en línea recta. Lo que vemos en la
excavación son pequeños trozos, gotitas de lava con restos óseos. No se
entiende que los benahoritas llevaran con tanto detalle los restos de sus
antepasados”, explica Pais. “Parece que los restos humanos fueron cremados ahí.
Eso es lo que queremos dilucidar”.
La teoría del volcán sugiere que la erupción
prehistórica de La Malforada fue tan virulenta que acabó con todo un poblado de
benahoritas. Los gases tóxicos y fragmentos de grano muy fino provocaron
asfixia y obstrucción de las vías respiratorias. Un estudio publicado por
Carracedo y la experta Hervé Guillou concluye que, “aunque hay evidencias significativas
de que los restos óseos incrustados en las escorias basálticas corresponden a
víctimas humanas causadas por la erupción, también podría ocurrir que se
tratase de huesos de un enterramiento anterior”.
“En cualquier caso”, continúa el texto, “los restos
humanos envueltos por los materiales volcánicos fueron trasladados y
posteriormente enterrados (…) en un lugar más seguro”, en una oquedad natural
del cráter volcánico de la Cucaracha.
Hace unas semanas, Pais y el geólogo del Instituto
Geográfico Nacional (IGN) Stavros Meletlidis viajaron al yacimiento para
discutir una nueva línea de investigación. El plan es volver a estudiar los
alrededores de la excavación de La Cucaracha para determinar si hubo alguna
erupción en los últimos dos mil años, cuando previsiblemente llegaron a la isla
sus primeros habitantes. “Según los primeros datos que tenemos, todo apunta a
que no. Pero tenemos que confirmarlo”, agrega el historiador.
En caso de descartar definitivamente esta hipótesis,
cobraría aún más relevancia la que sostiene que los restos humanos fueron
quemados en la misma cueva. Y que la cremación alcanzó tal temperatura que la
roca se fundió con los huesos. “En ese lugar [La Cucaracha] se quemaron cientos
de benahoritas. Y no durante un año, sino muchos. Los bloques de lava se
crearían durante el proceso de cremación”, añade el experto, que recuerda que
hay datos de más yacimientos en La Palma con “evidente rastro” de que se
practicó la cremación en la isla, sobre todo durante el primer poblamiento de la
misma.
La visita de Meletlidis no fue casualidad. Pais confiesa que con la reciente erupción volcánica en Cumbre Vieja es el momento perfecto para retomar algunos enigmas que aún quedan por resolver. “Hemos aprovechado, claro. Han venido muchos vulcanólogos interesados y queremos seguir colaborando con ellos. En La Palma solo tenemos datos de erupciones volcánicas desde el siglo XV. Hay muchos hechos históricos previos que desconocemos”.
https://diariodeavisos.elespanol.com/2022/02/se-conserva-un-bloque-de-lava-en-la-palma-con-restos-humanos-y-nadie-sabe-aun-por-que/
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