Vamos camino de un Ártico sin hielo
Los informes científicos son claros respecto al
Ártico. Dice el IPCC, el panel de expertos sobre cambio climático vinculado a
la ONU, que el Polo Norte continuará calentándose el doble de rápido que la
media del resto del planeta. Se espera que el Ártico esté libre de hielo marino
en verano en menos de 25 años.
El Ártico hasta hace poco tenía escaso interés
internacional salvo para los grandes exploradores. El hielo lo protegía en gran
medida de la avaricia de las naciones. Sin embargo, con el calentamiento global
se está convirtiendo en un punto estratégico vital, además de otra fuente de
tensiones entre países como Rusia, EE UU o China. «El conflicto entre Rusia, la
UE y Estados Unidos en términos económicos supone un problema de abastecimiento
de gas natural. En términos militares se basa en fijar la frontera de la OTAN y
Rusia… pero además hay otro conflicto estratégico vehiculado con la producción
y consumo de energía que es la explotación del Ártico», explica Albert
Carreras, director del ESCI (Escuela Superior de Comercio Internacional) de la
Universidad Pompeu Fabra.
Para entender el interés creciente de las naciones
sobre este punto del mundo, hay que pensar primero en sus recursos naturales.
«Se cree que en el Ártico hay hasta 90.000 millones de barriles de petróleo, es
decir, un 13% de las reservas mundiales. En cuanto a gas natural se calcula que
se pueden extraer 45.000 millones de barriles de gas, lo que representaría el
30% de las reservas mundiales. También es rico en manganeso y níquel, dos minerales
que se consideran estratégicos en la fabricación de chips. Y abundan otros
minerales como el estaño, el oro o el platino. Más o menos se cree que
representan un 25% de la reserva mundial», explica Javier Cacho científico,
experto en regiones polares y ensayista. ¿Quién tiene derecho a estos recursos?
Los países ribereños, especialmente Rusia, EE UU, Noruega y Dinamarca. De
momento, Noruega y Rusia han empezado ya la explotación de hidrocarburos cerca
del casquete polar ártico, aunque a medida que sed es hielo la zona, se prevé
que aumenten los proyectos . «La parte más accesible a ellos es el litoral ruso
y el que más rápido se está descongelando. Rusia, además, es el país que tiene
más terreno sobre el casquete polar. El mar en Alaska (EE UU) es mucho más
profundo e inaccesible , la superficie continental menor y se descongela más
despacio. Cada país ribereño cuenta con su zona de exclusión económica
(exclusión para la actividad del resto de países se entiende) y menos EE UU el
resto ha pedido ampliar sus zonas. En algunos casos las ampliaciones se
superponen, por lo que es de prever que las tensiones aumentarán», matiza
Cacho.
Por un lado, destaca la riqueza en recursos y, por
otro, la posibilidad de abrir nuevas rutas marinas para el transporte de mercancías.
no hay que olvidar que aproximadamente el 90% de ellas se mueve en barco. Hay
dos pasos que se podrían hacer transitables, el paso del Noroeste y la ruta del
nordeste. Por el Ártico, desde China hasta Róterdam hay 10.500 km que se pueden
recorrer en 22 días. Un barco que vaya por el Canal de Suez tarda el doble.
Hace ahora un año Rusia anunciaba que un barco había atravesado por primera vez estos mares helados en pleno invierno. «Ha pasado algún barco, pero abrir rutas marítimas comerciales por aquí no es un tema fácil de solucionar. China y Rusia están apostando por hacer navegable el paso del nordeste, pero no es sencillo. Lo que los chinos, de hecho llaman la Ruta de la Seda del Ártico se queda libre de hielo pocos meses en verano, pero en invierno tienen que pasar con rompehielos. Usar rompehielos no es barato y encarece el trayecto mucho en comparación con seguir usando el canal de Suez. A eso hay que añadir el coste de los seguros», continúa Cacho. En el litoral norte no existen prácticamente poblaciones; no hay puertos donde reparar o remolcar un barco si se avería y las posibilidades de accidentes son muchas por los iceberg. «Desde el punto de vista ecológico también es complicado… en otras zonas si hay un derrame de petróleo se sabe cómo actuar. En un área tan prístina como el ártico y tan delicada no hay experiencia», matiza el investigador polar.
https://www.larazon.es/medio-ambiente/20220225/5j6sezyygzfcjawocpkxspbljq.html
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