El asteroide que mató a los dinosaurios tenía 12 kilómetros de diámetro
Ya pasaron 66 millones años de su extinción, pero los dinosaurios no avianos son de las especies más populares que alguna vez habitaron el planeta Tierra. En aquel cataclismo las 3 cuartas partes de toda la vida en nuestro planeta desapareció. Es decir, la diversidad en general se redujo drásticamente para empezar nuevamente a florecer después del caos. La mayoría está de acuerdo con que un asteroide fue el protagonista del desastre, pero las secuelas del suceso pudieron ser más catastróficas, según nuevo estudio.
¿Cómo
podemos saber la causa de su extinción? Pues bien, tomando como referencia a
los dinosaurios, hoy en día se cuenta con una gran cantidad de restos fósiles,
todos ellos datan de hace 160 millones de años, hasta los 65 millones de años.
No hay ninguna evidencia de que los dinosaurios no avianos hayan continuado su
curso. Esto es clave, algo pasó en ese momento que los llevó a desaparecer
repentinamente.
Los
paleontólogos han buscado averiguar durante años la causa de este declive,
aunque es más difícil de lo que parece. Si bien, los científicos consideran que
es un tema complejo y probablemente no sea una sola fuente la que causó este
cataclismo, la mayoría está de acuerdo con fue provocada por un asteroide.
Hace
66 millones de años un asteroide de unos 12 kilómetros de diámetro se estrelló
en la península de Yucatán, en México. La magnitud del suceso es difícil de
averiguar, pero pudo ser equivalente a varios miles de millones de veces la
potencia de una bomba atómica utilizada al final de la Segunda Guerra Mundial.
Un estudio de Cornell University realizó un análisis de la energía, la masa y
el tamaño del impactador.
La
nueva investigación sugiere que las cantidades de azufre que se emitió era
mayor. Una cantidad masiva que acabó bloqueando el sol y enfrió la Tierra
durante décadas o tal vez siglos. Eso no fue todo, más adelante esa cantidad de
azufre acumulado en la estratosfera cayó como lluvia ácida letal sobre la
superficie, cambiando la composición química de los océanos que pudo durar
hasta decenas de miles de años.
Gran
parte del azufre provino de la piedra caliza rica en azufre de la península de
Yucatán. «Si el asteroide hubiera golpeado en otro lugar, tal vez no se habría
liberado tanto azufre a la atmósfera y el cambio climático que siguió podría no
haber sido tan severo», dijo James Witts, coinvestigador del estudio y profesor
de la Facultad de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Bristol en el
Reino Unido. «Y, por lo tanto, el evento de extinción podría no haber sido tan
malo», recoge LiveScience en un artículo.
El
impacto habría generado tsunamis en todo el mundo, además de provocar una
oscuridad total por efecto de la gran cantidad de polvo que fueron expulsados a
la atmósfera. Todo este proceso habría acabado con un 75% de las especies,
donde pequeños mamíferos y aves habrían continuado el curso de la evolución,
informó anteriormente Enséñame de Ciencia.
De
acuerdo con los modelos anteriores, el efecto habría sido de un enfriamiento de
la superficie terrestre de entre 2 y 8 grados Celsius durante unas décadas
después del impacto. Lo que el nuevo estudio en sí nos dice, es que este cambio
climático debió ser más severo, ya que la cantidad de azufre fue en realidad
mayor.
Los
hallazgos aparecen en la revista Proceedings of the National Academy of
Sciences.
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