TERUEL | Hallan nuevas y gigantescas pisadas de dinosaurio en Camarillas
Investigadores del grupo Aragosaurus-IUCA de la
Universidad de Zaragoza, del Instituto Catalán de Paleontología Miquel
Crusafont (ICP) y de la Universidad de Salamanca han hallado nuevas y
gigantescas pisadas de dinosaurio en Camarillas (Teruel), que miden más de 50
centímetros de longitud y tienen una antigüedad de 125 millones de años.
Los nuevos fósiles, cuyo hallazgo publica la revista
Palaeogeography, Palaeoclimatology, Palaeoecology, pertenecen a un grupo de
dinosaurios emparentados con el Iguanodon, uno de los herbívoros más grandes
del Cretácico inferior, que medía entre 9 y 10 metros de longitud.
La investigación destaca que las icnitas (huellas
fosilizadas) fueron producidas por dinosaurios herbívoros del grupo de los
ornitópodos, emparentados con el Iguanodon, que fueron abundantes hace unos 125
millones de años y cuyos restos de huesos se han encontrado en diferentes
yacimientos a lo largo de toda la Cuenca del Maestrazgo.
Según informó
el ICP, las icnitas «están muy bien conservadas» y se observan incluso las
marcas de los dedos con gran detalle en algunas de ellas.
«Se trata de huellas grandes y robustas de más de 50
centímetros y diferentes de las que encontramos en yacimientos más antiguos,
que son más pequeñas y gráciles», explicó Diego Castanera, un investigador del
grupo Aragosaurus-IUCA de la Universidad de Zaragoza y del ICP.
Uno de los aspectos curiosos de las huellas es que
no se trata de marcas profundas en el sedimento como las que se dejan al pisar
la arena de la playa, sino que tienen relieve positivo, es decir, parece que
esté el pie fosilizado.
Desde principios de los 90 se han descrito
centenares de huellas fosilizadas en varios municipios de Teruel. Sin embargo, hasta
hace poco no se había hallado ningún rastro de ellas en la formación geológica
El Castellar que, en cambio, sí que había proporcionado numerosos huesos
fósiles.
El hallazgo de las huellas de dinosaurios en el
yacimiento de San Benón, a un kilómetro de Camarillas, lo hizo el vecino Pedro
Cirugeda. Este se percató, cuando iba en el tractor, de la presencia de unas
marcas en la superficie de uno de los bloques de roca caliza en el margen de la
carretera A-228, que habían sido movidos de su posición original durante la
construcción de la carretera.
Cirugeda, aficionado a la paleontología, identificó
las marcas como huellas de dinosaurio y avisó a la Dirección General de
Patrimonio Cultural.
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