EL ANILLO INTERIOR DE LA VÍA LÁCTEA TIENE CASI 6.000 MILLONES DE AÑOS
Según un análisis de datos estelares del sondeo
APOGEE, nuestra galaxia, la Vía Láctea, alberga una estructura interna en forma
de anillo rica en metales (elementos más pesados que el hidrógeno y el helio) y
de edad intermedia.
APOGEO es un estudio espectroscópico estelar a gran
escala realizado en longitudes de onda del infrarrojo cercano.
A diferencia de la luz óptica, la luz infrarroja
puede perforar el polvo más fácilmente, lo que permite que APOGEE detecte
estrellas ubicadas en regiones polvorientas de la Vía Láctea, como el disco y
la protuberancia, y determine no solo su abundancia de elementos sino también
sus posiciones, su línea de -Velocidades de vista y edades aproximadas.
Además, la misión Gaia de la ESA mapea
aproximadamente mil millones de estrellas, Proporcionar mediciones de posición
y movimiento.
Juntos, los dos sondeos proporcionan todos los
ingredientes de observación necesarios para determinar las órbitas de las
estrellas en las regiones internas de la Vía Láctea.
Esto se obtiene del modelo interno de la Vía Láctea
creado por científicos de MPE.
«Hemos integrado más de 30 000 estrellas del sondeo
APOGEE con datos adicionales de Gaia en nuestra barra potencial de la Vía
Láctea para obtener las órbitas completas de estas estrellas», dijo Shola
Wylie, registradora y Ph.D. estudiante en el Max-Planck-Institut für
Extraterrestrische Physik.
«Y con esas órbitas, en realidad podemos ver detrás
de la protuberancia galáctica, así como otras regiones del espacio que no están
cubiertas por las encuestas».
Wylie y sus colegas luego usaron estas órbitas para
construir mapas de la densidad estelar, la metalicidad y la edad de la Vía
Láctea interior.
«Alrededor de la barra central encontramos una
estructura de anillo interior que es más rica en metales que la barra y donde
las estrellas son más jóvenes, alrededor de 6 mil millones de años», dijo
Wylie.
Si bien se han observado anillos internos de
formación estelar en otras galaxias de disco, no estaba claro que nuestra
galaxia contuviera un anillo interno estelar.
Para separar las estrellas en las estructuras de
anillo y barra, los astrónomos han utilizado la excentricidad de las órbitas,
es decir, cuánto se desvía la órbita de un círculo.
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