Muere Sortuda, la leona matriarca de BIOPARC Valencia
Próxima a cumplir 17 años y madre de dos de las
leonas de la manada, se le diagnosticó un tumor sin posibilidad de tratamiento.
El equipo técnico le proporcionó el máximo bienestar hasta que finalmente ha
tenido que tomar la dolorosa decisión de practicarle una eutanasia.
El ciclo de la vida sigue su curso en BIOPARC
Valencia y, en esta ocasión, ha sido por la triste pérdida de un animal muy
querido, la leona Sortuda. Justo este mes hace 14 años, Sortuda llegó desde el
Jardim Zoológico de Lisboa para formar un grupo reproductor de la subespecie león
de Angola (Panthera leo bleyenberghi). Desde entonces y hasta el final ha
estado ejerciendo de matriarca de la manada, mostrando su rol de cohesión y una
cariñosa actitud. Parte de su descendencia ha ido trasladándose a otros parques
de animales, mientras que Tata y Shanga han permanecido en BIOPARC y junto con
Luana y Lubango forman la familia de leones del parque.
Sortuda comenzó a llamar poderosamente la atención
cuando le creció una melena que le hacía asemejarse a un joven león macho. Tras
las oportunas pruebas, el equipo veterinario determinó que unos quistes
ováricos le estaban produciendo una alteración hormonal que le hacía
masculinizarse y profería un carácter todavía más dominante. Tras una operación
para extirpar los ovarios comenzó a disminuir esta anomalía y, pese a su edad
avanzada, Sortuda se manifestaba tan vital como de costumbre.
A principios de este año, se observó algún problema
en su dentadura por el sangrado de uno de los colmillos, lo que motivó una
nueva intervención para extraerlo. En ese momento nada hacía presagiar que el
problema pudiera ser más grave, pero las radiografías y análisis posterior
fueron determinantes para diagnosticar un osteosarcoma del maxilar con
metástasis en pulmón, un tumor maligno sobre el que no se podía aplicar
tratamiento.
Durante estos meses Sortuda mantenía muy buena
condición física y apetito, pero finalmente comenzó a ser evidente su
deterioro. Su equipo de cuidadores y cuidadoras le han prestado una atención
extraordinaria para aportarle el máximo bienestar. Se le fueron suministrando
todos los medicamentos posibles para los síntomas que iban apareciendo y paliativos
para el dolor hasta que hubo que tomar la difícil decisión de practicarle una
eutanasia. Esta pérdida ha sido un duro golpe para todo el equipo profesional,
quien no ha podido ocultar su desconsuelo, pues Sortuda era un animal
especialmente querido con el que se han compartido muchos años.
Ahora queda su legado con sus hijas, Tata y Shanga,
y para las personas que han podido disfrutar de su presencia, el recuerdo de
esta impresionante leona y ejemplar matriarca.
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