Recuperan el primer fósil de un ictiosaurio completo y preñado en un glaciar chileno
“Fiona” es el fósil de un ictiosaurio hembra
preñada, de 4 metros de largo. Fue descubierta por la paleontóloga magallánica
e investigadora del Centro de Investigación GAIA Antártica de la Universidad de
Magallanes, Judith Pardo Pérez quien ahora consiguió desenterrarla y extraerla
de manera íntegra con el apoyo de un equipo internacional.
No era una tarea fácil, pero el objetivo los mantuvo
mentalizados durante toda la expedición: excavar y lograr recuperar el fósil de
una ictiosauria preñada. Fueron 31 días intensos en la zona del Glaciar
Tyndall, en la Patagonia chilena.
La compleja logística, las dificultades de acampar y
moverse en un sitio pedregoso, y las condiciones climáticas extremas hicieron
de esta travesía un desafío casi titánico.
Luego de un arduo trabajo en esta campaña, y de más
de una década de espera, por fin fue desenterrada “Fiona”, el fósil completo de
una ictiosauria adulta con sus embriones intactos. Sí, se trata de una ejemplar
que se encontraba preñada.
La expedición paleontológica desarrollada entre
marzo y abril de 2022, consiguió con éxito excavar el primer fósil de un
ictiosaurio completo de Chile. Además, es -según enfatizó Pardo- la única
hembra preñada de edad Valanginiana – Hauteriviana (que tiene entre 129 y 139
millones de años del Cretácico temprano) registrada y extraída en el planeta.
“’Fiona’ tiene cuatro metros de largo y se encuentra
completa, articulada y con embriones en gestación. Y su recuperación aportará
información relativa a su especie a la paleobiología, en torno al desarrollo
embrionario, y a una enfermedad que le afectó durante su vida”, explicó la
paleontóloga chilena.
A este hito se suma el descubrimiento de 23 nuevos
especímenes. Es así como llegaron a existir, a la fecha, casi un centenar de
ejemplares en el sector del Glaciar Tyndall. Ubicado en la Región de
Magallanes, es ahora el depósito de ictiosaurios de edad cretácica temprana más
abundante y mejor conservado del planeta.
“Los resultados de la expedición cumplieron con
todas las expectativas, y aún más de las que se esperaba”, afirmó la
científica. Precisando que de estos registros fósiles “esperamos obtener
resultados sobre la diversidad, disparidad y paleobiología de los ictiosaurios
de la localidad del Glaciar Tyndall”.
Ahora, el material recuperado, se preparará en el
laboratorio de paleontología del Museo de Historia Natural de Río Seco, en
Punta Arenas, donde quedará almacenado, temporalmente, para su posterior
exhibición.
Al respecto y como contraparte local del proyecto,
el director del Museo, Miguel Cáceres, dijo que esta alianza, “nos permite
abrir una nueva línea de trabajo temporal a gran escala como son la geología y
paleontología. Y también un espacio de colaboración que nos ayuda, sin duda, a
darle sentido a este propósito de resignificar la historia natural en la Región
de Magallanes”.
Los ictiosaurios fueron reptiles marinos que
vivieron en todo el planeta durante la era del Mesozoico, entre 250 a 90
millones de años atrás. Tenían dos aletas anteriores y dos posteriores, una
aleta caudal y una dorsal.
Además, su cuerpo tenía forma de atún, similar a los
delfines actuales. Poseían pulmones, eran vivíparos y son considerados los
animales que alcanzaron el mayor grado de adaptación al medio marino.
‘Fiona’, en particular, fue descubierta por la
doctora Pardo el año 2009 durante el último día de campaña de una expedición
paleontológica al Glaciar Tyndall que fue financiada, en esa oportunidad, por
el gobierno alemán mientras desarrollaba su tesis de doctorado en la
Universidad de Heidelberg.
Esta expedición por el fósil de un ictiosaurio se
pudo realizar gracias a la adjudicación del proyecto ANID: “Revelando la
diversidad y paleobiología de ictiosaurios de edad cretácica, provenientes de
un depósito fosilífero de la Región de Magallanes, sur de Chile”.
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