Rusia enviará su estación científica a la Luna en agosto
Rusia prepara el lanzamiento de la misión Luna-25,
en el que participan las empresas de Rostec, para el próximo 22 de agosto desde
el cosmódromo de Vostochny. Esta estación automática será la primera misión
lunar doméstica en el último medio siglo, según informa la corporación estatal
rusa Rostec.
Luna-25 puede encontrar respuestas a muchas
preguntas relacionadas con la evolución tanto del satélite natural de la Tierra
como de todo el sistema solar. Sin embargo, no solo serán las tareas
científicas marcadas por la nueva misión, sino también otras más prácticas
relacionadas con la posibilidad de explorar la Luna en el futuro.
Luna-25 continúa la serie de estaciones
interplanetarias automáticas soviéticas Luna, que se lanzaron de 1958 a 1976.
Las misiones lunares nacionales en muchos aspectos se convirtieron en pioneras
en el desarrollo del satélite natural de la Tierra. Por ejemplo, en 1959,
Luna-3 por primera vez mostró a la humanidad el reverso de la Luna, y en 1966,
Luna-9 realizó el primer aterrizaje suave en la historia de la cosmonáutica en
un satélite natural de la Tierra y transmitió el primer telepanorama de la
superficie lunar.
Estos éxitos se convirtieron en un incentivo para el
desarrollo del programa lunar de la URSS. En 1969, se emitió un decreto del
gobierno, en el que se anunció otro objetivo: la entrega de muestras de suelo
lunar a la Tierra. Las estaciones Luna-16, Luna-20 y Luna-24 hicieron frente
con éxito a esto. En total, entregaron a la Tierra 324 gramos de suelo lunar.
En este punto, se completaron los vuelos a la luna de las estaciones
automáticas nacionales. Solo 37 años después del Luna-24 soviético, en
diciembre de 2013, el chino Chang’e-3 alunizó. Ahora Rusia está regresando a la
Luna.
El desarrollo de la misión, que originalmente se
llamó Luna-Globe, comenzó en 2005. Según los planes originales, el proyecto era
la creación de toda una red de naves espaciales para estudiar la situación
sísmica en la Luna. Más tarde, se decidió centrarse en la creación de una sonda
y su tarea principal fue elaborar un alunizaje suave de alta precisión en el
satélite de la Tierra. Luna-25 debería devolver la competencia de Rusia en esta
área y allanar el camino para futuras estaciones. Sin embargo, es posible
destacar una tarea más práctica: la entrega a la Tierra de tal suelo lunar, que
nadie ha traído nunca.
El vuelo de Luna-25 durará unos 4-5 días y, por
primera vez en la historia, el dispositivo aterrizará no en la región
ecuatorial de la Luna, sino en la región de su Polo Sur. El aterrizaje de la
sonda de descenso Luna-25 tendrá lugar según el escenario de las últimas
misiones soviéticas. La sonda se moverá en una órbita polar baja alrededor de
la Luna y luego realizará el frenado y el descenso vertical.
Un aterrizaje suave de la estación debe ser
proporcionado por el medidor de velocidad y alcance Doppler (DISD-LR)
desarrollado por la empresa Vega (parte del holding Roselectronics de la
Corporación Estatal Rostec). El dispositivo DISD-LR se crea en las condiciones
de sustitución de importaciones, señalan los desarrolladores.
Roscosmos está seguro de que la negativa de los
socios europeos a participar en la cooperación en el proyecto Luna-25 no
afectará de ninguna manera a su implementación. “Hay muchas posibilidades de
que este año seamos testigos del lanzamiento de una de las misiones espaciales
más importantes de los últimos años. Luna 25 marcará el comienzo de nuevas
misiones lunares. La próxima estación Luna-26 debe dedicarse a mapear la
composición mineralógica de la Luna, la topografía de la superficie del
satélite. Como parte de la misión Luna-27, se planea un estudio más detallado
del regolito, y la misión final Luna-28 tendrá que responder a la pregunta
principal: si el suelo lunar es adecuado para la construcción de una estación
tripulada e invernaderos”, concluye Rostec.
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