Astrónomos usan el telescopio James Webb para buscar nubes con minerales vaporizados en exoplanetas

 

Los astrónomos esperan que el telescopio espacial James Webb de la NASA fotografíe nubes formadas por gemas y metales vaporizados. Estas deberían verse en las atmósferas de algunos exoplanetas, del mismo modo que ocurre con el corindón y la perovskita en la atmósfera terrestre.

Algunos planetas gigantes que orbitan otras estrellas ajenas al Sol se caracterizan por ser gaseosos al estar cerca de sus respectivas estrellas y calentar rocas, minerales y metales. Tiffany Kataria, científica exoplanetaria del Jet Propulsion Laboratory (JPL) de la NASA, aseguró que "muchos de estos minerales son joyas" en la Tierra. Lo que un geólogo estudiaría como rocas en nuestro planeta, explica Kataria, en algunos exoplanetas forman nubes.

 Antes del Webb, los astrónomos que usan el Very Large Telescope del Observatorio Europeo Austral (Chile) ya habían detectado óxido de titanio en la atmósfera de un planeta extrasolar, WASP-19b, en 2017. En 2020, el equipo de Very Large Telescope halló vapor de hierro en otro exoplaneta llamado WASP-76B.

Estas investigaciones implican que el Webb no tratará de afirmar o desmentir la existencia de minerales evaporados en las atmósferas de planetas externos al Sistema Solar, sino que se encargará de conocer más a fondo este fenómeno.

Según han investigado los expertos, muchos exoplanetas siempre exponen la misma cara a las estrellas que orbitan. Esto hace que el lado diurno llegue a alcanzar altas temperaturas. Por ejemplo, el WASP-76b llega a los 2.200 °C en el lado diurno, mientras que su lado nocturno está a 1.500 °C.

El telescopio espacial James Webb podría responder a cómo se creó la luz fotografiando el origen de las primeras estrellas

Hasta ahora se ha conseguido detectar minerales y otros elementos similares en la atmósfera de exoplanetas de forma difusa. Con Webb, los astrónomos dispondrán de imágenes de alta resolución y posiblemente podrán distinguir estos minerales como nubes y medir espectroscópicamente su composición.

"Las nubes nos dicen mucho sobre la química de la atmósfera", informa Kataria. El estudio de estas nubes a través de los datos proporcionados por el telescopio espacial de la NASA, los investigadores podrán conocer cómo se formaron y la evolución del sistema en su conjunto.

El Webb ya ha observado atmósferas extraplanetarias y ha llegado a detectar nubes de agua en WASP-96b, lugar en el que los expertos nunca habían visto nubes.

 El Sistema TRAPPIST-1, formado por 7 planetas, también será fotografiado por el James Webb en búsqueda de una atmósfera que llame la atención. Los astrónomos apuestan por el planeta TRAPIST-1e, que se considera el más similar a la Tierra.

Kataria señala que, si es habitable, esto podría percibirse en su atmósfera: "Las nubes son una característica importante en la Tierra para regular la temperatura […] Es lógico pensar que las nubes también podrían ser un componente vital en la atmósfera de un exoplaneta habitable".

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