California vuelve a arder
Las cuadrillas que combaten el mayor incendio
forestal en lo que va del año en California se preparaban el domingo para la
llegada de tormentas eléctricas, calor y fuertes vientos que podrían azuzar la
conflagración en un momento en que intentan proteger comunidades remotas.
El incendio McKinney ardía fuera de control en el
Bosque Nacional Klamath, en el norte de California, y se preven tormentas
eléctricas que generan gran preocupación apenas al sur de los límites con
Oregon, informó Adrienne Freeman, portavoz del Servicio Forestal.
“El material inflamable está tan seco que puede
encenderse con esos rayos”, dijo Freeman. “Estas células de truenos vienen con
ráfagas de vientos erráticos que pueden avivar el fuego en cualquier
dirección”.
El incendio se extendió a más de 207 kilómetros
cuadrados (80 millas cuadradas) apenas dos días después de originarse en una
zona principalmente deshabitada del condado Siskiyou, según un reporte de
incidentes del domingo. La causa está bajo investigación.
El fuego consumió árboles a lo largo de la autopista
estatal 96, y los restos calcinados de una camioneta quedaron en un carril de
la carretera. Denso humo cubrió la zona y las llamas ardían en colinas frente a
residencias. La conflagración del domingo dejó un tono grisáceo y naranja en un
vecindario en donde una chimenea de piedra permaneció de pie en medio de
escombros y vehículos calcinados.
Un segundo incendio de menor tamaño a poca distancia
al oeste, el cual se originó el sábado debido a un rayo, amenazaba la pequeña
comunidad de Seiad, dijo Freeman. Los dos incendios de California ponen en
riesgo unas 400 estructuras. Las autoridades aún no confirman la magnitud de
los daños, y han dicho que las evaluaciones comenzarían una vez que sea seguro
desplazarse hacia la zona.
Un tercer incendio, que se ubicaba en el extremo
suroeste del McKinney, derivó en que se emitieran órdenes de evacuación para
unas 500 casas el domingo, dijo Courtney Kreider, portavoz del Departamento de
Policía del condado Siskiyou. La oficina indicó que las cuadrillas habían
estado en el lugar del incendio desde el sábado en la noche, pero el fuego “se
tornó activo y escapó de las líneas de contención” el domingo por la mañana.
Varias personas del departamento policial resultaron
afectadas por las órdenes de evacuación debido a los incendios “y siguen
presentándose a trabajar, así que tenemos un personal muy dedicado”, añadió. El
incendio destruyó el viernes la casa en la que creció uno de los agentes, añadió
Kreider.
A medida que el incendio McKinney se aproximaba,
algunos residentes decidieron permanecer en sus casas, mientras que otros
atendieron las órdenes de evacuar.
Larry Castle y su esposa, Nancy, estaban entre unos
2.000 residentes afectados por las órdenes de evacuación en la zona de Yreka.
Salieron de la zona el sábado con algunas de sus posesiones más preciadas,
incluyendo la motocicleta de Larry, y llevaron a sus perros a quedarse con su
hija cerca del monte Shasta.
Larry Castle dijo que no se arriesgaría después de
ver el explosivo crecimiento de los grandes incendios en los últimos años.
“Uno ve lo que pasó con el incendio Paradise y el
incendio Santa Rosa y te das cuenta de que esto es algo muy, muy serio”, dijo
al diario Sacramento Bee.
En el noroeste de Montana, un incendio en un
pastizal cerca de la localidad de Elmo se había expandido a unos 44 kilómetros
cuadrados (17 millas cuadradas) después de adentrarse en el bosque. En el
lugar, las cuadrillas trabajan en los extremos del incendio, mientras que se
prevé que las aeronaves continúen vertiendo agua y retardante para ayudar a
desacelerar el avance de las llamas, dijo Sara Rouse, vocera del equipo
interdepartamental asignado al combate del fuego. Se pronostican altas
temperaturas y vientos erráticos, añadió.
Además, se reabrió un tramo de la autopista 28 entre
Hot Springs y Elmo que había permanecido cerrada, y las autoridades les
pidieron a los conductores que estuvieran atentos a la presencia de fuego y
personal de emergencia debido a las deficientes condiciones de visibilidad,
indicó Rouse.
En Idaho, el incendio Moose en el Bosque Nacional
Salmon-Challis ha ardido más de 196 kilómetros cuadrados (75 millas cuadradas)
cerca del poblado de Salmon. Había sido contenido en 21% para el domingo por la
mañana.
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