Consiguen medir la materia oscura en el arranque del Universo
Científicos
han investigado la naturaleza de la materia oscura que rodea a las galaxias
vistas como eran hace 12.000 millones de años, miles de millones de años más
atrás en el tiempo que nunca antes.
Sus
hallazgos, publicados en la revista 'Physical Review Letters', ofrecen la
tentadora posibilidad de que las reglas fundamentales de la cosmología difieran
al examinar la historia temprana de nuestro universo.
Los autores
del estudio recuerdan que ver algo que ocurrió hace tanto tiempo es difícil.
Debido a la velocidad finita de la luz, vemos las galaxias lejanas no como son
hoy, sino como eran hace miles de millones de años, pero aún más difícil es
observar la materia oscura, que no emite luz.
En una
galaxia fuente lejana, incluso más lejana que la galaxia cuya materia oscura se
quiere investigar, su atracción gravitatoria de la galaxia fuente, incluida su
materia oscura, distorsiona el espacio y el tiempo circundantes, como predice
la teoría de la relatividad general de Einstein. A medida que la luz de la
galaxia fuente viaja a través de esta distorsión, se dobla, cambiando la forma
aparente de la galaxia.
Cuanto
mayor sea la cantidad de materia oscura, mayor será la distorsión. Así, los
científicos pueden medir la cantidad de materia oscura que rodea a la galaxia
en primer plano (la galaxia "lente") a partir de la distorsión.
Sin
embargo, a partir de cierto punto los científicos se encuentran con un
problema. Las galaxias de las zonas más profundas del universo son
increíblemente débiles. Por ello, cuanto más lejos de la Tierra miremos, menos
eficaz será esta técnica. La distorsión de la lente es sutil y difícil de
detectar en la mayoría de los casos, por lo que se necesitan muchas galaxias de
fondo para detectar la señal.
La mayoría
de los estudios anteriores se han quedado estancados en los mismos límites. Al
no poder detectar suficientes galaxias fuente lejanas para medir la distorsión,
sólo podían analizar la materia oscura de hace no más de 8.000-10.000 millones
de años. Estas limitaciones dejaban abierta la cuestión de la distribución de
la materia oscura entre esta época y hace 13.700 millones de años, alrededor del
comienzo de nuestro universo.
Para
superar estos problemas y observar la materia oscura desde los confines del
universo, un equipo de investigación dirigido por Hironao Miyatake, de la
Universidad de Nagoya, en colaboración con la Universidad de Tokio, el
Observatorio Astronómico Nacional de Japón y la Universidad de Princeton,
utilizó una fuente diferente de luz de fondo, las microondas liberadas por el
propio Big Bang.
En primer
lugar, utilizando los datos de las observaciones de la Subaru Hyper Suprime-Cam
Survey (HSC), el equipo identificó 1,5 millones de galaxias lente con luz
visible, seleccionadas para ser vistas hace 12.000 millones de años.
A
continuación, para superar la falta de luz de galaxias aún más lejanas,
emplearon microondas del fondo cósmico de microondas (CMB), el residuo de
radiación del Big Bang. Utilizando microondas observadas por el satélite Planck
de la Agencia Espacial Europea, el equipo midió cómo la materia oscura
alrededor de las galaxias objetivo distorsionaba las microondas.
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