¿Quién está enterrado en la catedral de Santiago de Compostela?
Cada año miles de peregrinos realizan el Camino que
concluye en la supuesta tumba del apóstol Santiago. Cuenta la leyenda que
Santiago el Mayor fue decapitado en Jerusalén por Herodes en el 44 y que vete
tú a saber por qué sus discípulos cogieron su cuerpo y le fueron a enterrar en
España, que se ve que les pillaba a mano. Para más Inri, lo trasladaron
"en una barca de piedra".
Con estos mimbres tan creíbles, en el año 810,
bastante antes del nacimiento de Iker Jiménez, un campesino dice haber visto
unas luces sobre un campo y el obispo de la zona (Iria Flavia, Galicia) empieza
a remover unas tumbas de una necrópolis romana y encuentra milagrosamente un
cuerpo decapitado que identifica sin ningún género de duda con el del apóstol.
Sin prueba de ADN ni nada. Enseguida el obispo comunica la noticia al rey
Alfonso II y ambos extienden como la pólvora el mito de Santiago Matamoros, tan
propicio para sus intereses.
Muchos historiadores señalan que quien está
realmente enterrado en Santiago es nada menos que un famoso hereje,
Prisciliano, el primer cristiano ejecutado por brujería de la historia, y que
la Iglesia colocó allí el supuesto hallazgo de los huesos de Santiago para
tapar un culto con otro, como ha hecho siempre.
Y es que Prisciliano, que llegó a ser obispo de
Ávila, tenía más seguidores que Ibai, originando lo que se llamó el
Priscilianismo, un movimiento muy popular en su época y que contaba con
numerosísimos adeptos en España y Portugal..
Prisciliano denunciaba la corrupción de las
jerarquías de la iglesia, rechazaba las riquezas y la unión Iglesia-Estado,
admitía a mujeres y esclavos en los ritos eclesiásticos, usaba leche y uvas en
vez de pan y vino, permitía bailar durante las ceremonias, alentaba el retiro
para orar y meditar y pedía la castidad y la pobreza voluntaria a los clérigos.
Demasiado.
A la iglesia todo esto como es lógico no le gustaba
nada y tras tejer una alianza con el emperador, Prisciliano y sus discípulos
más próximos fueron condenados y decapitados en el año 385.
Cuatro años después, seguidores de Prisciliano
llegaron a Tréveris con permiso de Roma para exhumar sus restos y trasladarlos
a Galicia, su tierra natal, por una ruta que más adelante sería repetida por
millones de peregrinos, dando origen al Camino de Santiago, siglos antes del
inicio oficial del peregrinaje. Además, es mucho más probable que Prisciliano y
sus discípulos fueran sepultados en una necrópolis romana que el apóstol, ya
que, al haber sido condenados por brujería, no podían ser enterrados en lugar
santo.
Por si acaso, la Iglesia se niega siempre a realizar
a los huesos la prueba del Carbono 14, que dictaminaría si los restos son del
sigo I ( Santiago) o del IV ( Prisciliano). O vaya usted a saber de quién.
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